Alerta Ambiental en Hidalgo y Tlaxcala por Instalación de Parque Solar
Colectivos ambientalistas de Hidalgo y Tlaxcala han lanzado una advertencia sobre los posibles daños ambientales y perjuicios jurídicos que podrían surgir si se arrendan tierras a empresas dedicadas a la instalación de paneles solares. En una reunión informativa llevada a cabo en el Salón Ejidal de Epazoyucan, participaron integrantes del “Colectivo 16 de Octubre” de Calpulalpan, Tlaxcala, así como del grupo “Nubes en Peligro” de Jilotepec, Estado de México, y de la Asociación por la Protección de la Tierra y Bienestar de Epazoyucan.
Los activistas informaron que las empresas Baiwa y Kenergy pretenden instalar un parque solar con celdas fotovoltaicas en 400 hectáreas de cultivo en Epazoyucan. Sin embargo, alertaron que para llevar a cabo este proyecto, sería necesario talar miles de magueyes, afectando negativamente el ecosistema local. Los habitantes de esta región han dependido ancestralmente del cultivo del maguey y la extracción de agua miel, entre otros derivados.
En Tlaxcala, señalaron los activistas, una empresa similar instaló el parque fotovoltaico “Nueva Xcala”, que ha causado graves estragos al medio ambiente y despojado a cientos de campesinos de sus tierras de cultivo. Susana Portilla, integrante del “Colectivo 16 de Octubre”, advirtió que este parque ha provocado un aumento en la temperatura local de dos a cuatro grados centígrados, creando islas de calor debido a la radiación acumulada por el parque solar.
Portilla también criticó la falta de información proporcionada por las empresas Baiwa y Kenergy a los ejidatarios de Epazoyucan y Singuilucan sobre las afectaciones del parque fotovoltaico y las implicaciones jurídicas del arrendamiento de sus parcelas. Relató que, en casos similares, los campesinos no pueden realizar trámites sucesorios de sus propiedades, impidiendo que hereden sus tierras a familiares al fallecer.
Además, denunció que las empresas privatizan las tierras arrendadas, restringiendo el acceso a los propietarios originales, como ha ocurrido con la empresa francesa Engie en la comunidad de Malpais, Tlaxcala. Esta situación ha llevado a la pérdida de tierras de cultivo y pastoreo, destruyendo el ejido y afectando la economía local.
Raúl Domínguez, del colectivo “Nubes en Peligro” de Jilotepec, Estado de México, destacó que la radiación acumulada por los parques solares seca la tierra y altera el ciclo de vaporización de la humedad, lo que resulta en la desaparición de nubes y la reducción de las lluvias. Esta situación, advirtió, podría tener consecuencias devastadoras para la agricultura y el medio ambiente en las regiones afectadas.
Ante estos testimonios, los colectivos instaron a las comunidades a no arrendar sus tierras sin considerar los graves impactos ambientales y jurídicos que podrían enfrentar. Resaltaron la necesidad de proteger el ecosistema y los derechos de los campesinos, priorizando el bienestar de las comunidades locales sobre los intereses corporativos. La reunión concluyó con un llamado a la resistencia y la defensa de la tierra, en aras de asegurar un futuro sostenible para las generaciones venideras.