¡Alerta Agrícola! Caída drástica de 5 millones de hectáreas cultivadas en México

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer los Resultados Oportunos del Censo Agropecuario 2022, revelando una preocupante disminución de 5 millones de hectáreas en la superficie cultivada en el país durante el periodo comprendido entre 2007 y 2022. De acuerdo con los datos presentados, la superficie cultivada pasó de 31.1 millones de hectáreas a 26.1 millones, mientras que el número de unidades de producción agropecuarias activas se incrementó en 370 mil, alcanzando un total de 4.4 millones.

Una de las cifras que más destaca es la disminución en el área promedio de cada unidad de producción, la cual ha descendido en 2 hectáreas, estableciendo un tamaño promedio actual de 5.9 hectáreas. Estos resultados han sido presentados ante la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, siendo la primera vez que se realiza un censo agropecuario desde 2007. Los resultados definitivos se esperan para el próximo 21 de noviembre.

Los especialistas del Inegi han identificado diversos factores que están impactando negativamente en las unidades de producción agropecuarias. Entre los principales problemas mencionados se encuentran los altos costos de insumos y servicios, que afectan al 82% de las unidades; los factores climáticos que inciden en el 64%; las bajas ventas ocasionadas por la pandemia de covid-19, que afectan al 37%; y los factores biológicos, como las plagas, que afectan al 36%. Otro tema importante es la inseguridad, la cual afecta al 21% de las unidades de producción, siendo más visible en las zonas rurales.

Susana Pérez, responsable de los Censos Agropecuarios y Económicos, explicó que obtener estos datos no fue una tarea fácil debido a los obstáculos que enfrentaron, especialmente la inseguridad en algunas regiones del país. Pérez mencionó que tomaron medidas para garantizar la seguridad del personal contratado, como pagar por el acceso a algunas localidades o contratar personal local que conociera bien a la comunidad y fuera conocido por la gente, lo que facilitó la entrada a los lugares. A pesar de estos esfuerzos, se presentaron incidentes, como el secuestro de una persona el primer día de trabajo, aunque no se reportaron más incidentes después de ello.

Otro de los desafíos encontrados durante el censo fue el descubrimiento de tierras abandonadas en estados como Zacatecas y Coahuila. Para abordar esta situación, el Inegi optó por contratar a 25 mil personas locales, lo que resultó en un saldo de violencia igual a cero, según Graciela Márquez, presidenta del Inegi.

En cuanto a las entidades con mayor superficie de uso agrícola, los datos del censo revelan que Veracruz ocupa el primer lugar con 2.3 millones de hectáreas, seguido por Jalisco con 1.9 millones, Chihuahua con 1.8 millones, Chiapas con 1.6 millones y Tamaulipas con 1.5 millones de hectáreas. En cuanto a superficie sembrada, Veracruz también se mantiene en la primera posición con 2 millones de hectáreas, seguido por Jalisco con 1.5 millones, y Zacatecas, Tamaulipas y Chiapas con 1.3 millones cada uno.

Estos resultados del Censo Agropecuario 2022 son de suma importancia para el sector agrícola y para el país en general, ya que proporcionan una radiografía de la situación actual de la producción agrícola y pecuaria, así como de los retos y problemas que enfrentan los productores rurales. Las autoridades y los legisladores deberán tomar en cuenta estos datos para implementar políticas y programas que fomenten el desarrollo sostenible del sector agropecuario y que ayuden a superar los desafíos mencionados, garantizando la seguridad alimentaria y el bienestar de la población rural.

Con la publicación de los resultados definitivos del censo en noviembre, se espera contar con una visión más completa y detallada de la situación agrícola y pecuaria en México, lo que permitirá diseñar estrategias más precisas y eficaces para impulsar el crecimiento y la productividad del campo mexicano. El análisis de esta información será fundamental para tomar decisiones informadas que beneficien tanto a los productores como a los consumidores, y que promuevan un desarrollo agrícola equitativo y sostenible en todo el país.