Advierten que EU y Canadá serán los beneficiarios de la “protección” del litio en México
Las asociaciones civiles Red Mexicana de Afectados por la Minería (Rema) y Mining Watch-Canadá han advertido que la “protección” legal otorgada por el Estado mexicano a los depósitos de litio en territorio nacional a través de la creación de la empresa estatal LitioMx, beneficiará principalmente a los gobiernos y empresas trasnacionales de Estados Unidos y Canadá. Según un documento de investigación de 70 cuartillas titulado “Explotación del litio en México: ¿interés público o extractivismo nacional?” y elaborado por expertos en la materia, la acción permitirá a los dos países norteamericanos consolidar acuerdos para vincular las cadenas de procesamiento y producción de vehículos eléctricos para un mercado constituido principalmente por las clases alta y media-alta del norte global, a expensas de los territorios, el agua, la tierra, la biodiversidad y la cultura, así como de las vidas de las comunidades mexicanas asentadas en los sitios donde se explotará el mineral.
El informe señala que el plan está diseñado para aprovechar las reformas realizadas en el contexto neoliberal del T-MEC y servir a la carrera del sector automotriz estadounidense contra el control de China, en toda la cadena de valor de los vehículos eléctricos. Además, la Rema y Mining Watch-Canadá sostienen que el litio es solo uno de varios metales cuya explotación está siendo estimulada por una “supuesta” transición energética, en la que se pretende pasar de una fuente de energía a otra. Sin embargo, argumentan que esto conlleva la profundización y expansión de los mismos daños que ya han sido documentados por la extracción de oro, plata, cobre y otros metales en México y en muchos otros lugares del mundo.
Las organizaciones advierten que promover esta minería como supuesta respuesta al cambio climático y como ruta para construir soberanía nacional hace que este extractivismo ahora etiquetado como “verde” y “soberano” tenga una aparente aprobación social unánime. Con ello, afirman, los círculos de personas antes críticas y sensibles a los perjuicios socioambientales, económicos y culturales de la minería, ahora parecen coincidir con “los sectores más recalcitrantes” en que la extracción del litio “es necesaria o, incluso, inevitable e indispensable. Nosotros afirmamos que no es así”.
Otro aspecto analizado en el estudio es la comparación errónea del gobierno federal de las medidas adoptadas para “proteger” legalmente al litio de México con las tomadas en 1938 por el presidente Lázaro Cárdenas del Río al nacionalizar los hidrocarburos. La Rema y Mining Watch-Canadá refieren que ni el litio es un energético propiamente dicho (es en todo caso un componente para su almacenamiento), ni su extracción generará abundancia económica de alguna manera similar a la que tuvo el petróleo en México en el siglo XX.