Acuexcomac celebra a sus difuntos con el majestuoso “Camino al cielo”

Con una explosión de colores y tradición, los habitantes de Acuexcomac rindieron homenaje a sus fieles difuntos este primero y dos de noviembre. En un emotivo despliegue de arte popular, los pobladores y artesanos de Tlaxcala cubrieron la calle San Francisco, que une la iglesia de San Francisco de Asís con el panteón local, con una serie de tapetes multicolores de aserrín, formando el tradicional “Camino al cielo”. Este corredor, de más de cuatro cuadras, se llenó de figuras simbólicas de la cultura mexicana como calaveras, calabazas, flores y perros xoloitzcuintles, todo ello en homenaje a quienes han partido.

Los tapetes, nueve en total, fueron elaborados a lo largo de la calle principal del poblado. Cada uno representa diferentes elementos de la tradición: el primero muestra calaveras en un alegre baile, en otro se destacan figuras de los xoloitzcuintles, mientras que otros exhiben pan de muerto, calabazas, y una colorida vegetación entremezclada con flores que simbolizan el ciclo de la vida y la muerte. Los vecinos se unieron para formar una obra monumental que convierte este recorrido en un tributo artístico y espiritual hacia el panteón.

“Es una forma de honrar a nuestros fieles difuntos y de adornar la calle que sirve de paso desde la iglesia hacia el panteón, el camino al cielo, por donde comúnmente pasan los difuntos rumbo a su última morada”, compartió Benjamín Sánchez Jiménez, uno de los organizadores y vecinos del lugar. Este año, la tradición cobró especial relevancia, ya que numerosas familias del pueblo participaron en la creación y decoración de los tapetes, integrando elementos que reflejan su identidad y fe en esta tradición ancestral.

El recorrido fue especialmente significativo durante la noche y el amanecer, cuando el “Camino al cielo” brilló con el dorado de las miles de flores de cempasúchil que acompañaron el trayecto hacia el panteón. Familias completas recorrieron esta vía decorada llevando ofrendas, alimentos y arreglos florales a las tumbas de sus seres queridos, en un ambiente de recogimiento y cariño.

Para Sánchez Jiménez, preservar estas tradiciones es fundamental para mantener viva la memoria de los difuntos y fortalecer los lazos comunitarios. “Es importante conservar este tipo de tradiciones de nuestros fieles difuntos”, afirmó. La iniciativa es también un homenaje a las generaciones pasadas y un acto de amor y respeto hacia la historia y cultura de Acuexcomac.

El evento del “Camino al cielo” en Acuexcomac se ha convertido en un símbolo de identidad y orgullo para el poblado, una expresión de la riqueza cultural de México que se manifiesta en sus fiestas y rituales. La colaboración entre vecinos y artesanos locales para dar vida a esta tradición refuerza el sentido de pertenencia y deja una huella que honra a aquellos que ya no están físicamente, pero cuya presencia sigue viva en cada detalle de los tapetes de aserrín.