Activistas en Hidalgo iluminan de morado el Reloj Monumental en lucha contra la violencia vicaria

PACHUCA, HGO. — En un acto conmemorativo por el Día Nacional de la Lucha contra la Violencia Vicaria, activistas y colectivos feministas en Hidalgo llevaron a cabo una serie de actividades simbólicas y manifestaciones para visibilizar este grave problema. La noche del sábado, se realizó una caravana de autos y se plasmaron pinturas en infraestructura urbana, incluyendo el emblemático Reloj Monumental de Pachuca, que fue iluminado con luz morada gracias a gestiones con el gobierno estatal.

Las actividades comenzaron después de las 19 horas cerca del kiosco en la alameda adyacente a Plaza Juárez, frente al Palacio de Gobierno. Aquí, integrantes del colectivo “Arta Insurgente”, junto con jefas de familia y sus hijos, realizaron pinturas en los bancos de cemento, denunciando la violencia vicaria y la sustracción ilegal de hijos por parte de exparejas.

Durante el evento, se colocaron pancartas con fotos de niños sustraídos y mensajes contundentes como “Un agresor vicario no es un buen padre… es un delincuente”, destacando la severidad del abuso que muchas mujeres y sus hijos sufren.

Katia Icela Velázquez Peralta, presidenta de la asociación VASTA VV, explicó que la violencia vicaria es una forma de violencia de género ejercida por hombres hacia sus exparejas femeninas a través de sus hijos, como una manera de castigo o venganza. Esta puede incluir desde la retención ilegal de los hijos hasta agresiones físicas directas a los niños para impactar psicológicamente a sus madres.

Velázquez Peralta, quien lleva tres años en una batalla legal para recuperar a sus hijos retenidos por su padre, subrayó la necesidad urgente de que se aplique efectivamente la ley vicaria en Hidalgo y que las autoridades reciban la capacitación necesaria para tratar estos casos. Señaló que, aunque se han iniciado 50 carpetas de investigación relacionadas con violencia vicaria en la región, solo tres han tenido éxito en ciudades como Pachuca, Tulancingo y Acaxochitlán.

Estas acciones buscan no solo dar voz y justicia a las víctimas sino también presionar para que se implementen cambios legales y prácticos que aseguren la protección y el bienestar de las familias afectadas por este tipo de violencia.