Activistas colocan el derecho a decidir en el centro de la agenda de cuidados
Ciudad de México.– En el marco de la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, más de 80 activistas, colectivas y defensoras de derechos humanos de distintos estados del país participaron en el encuentro “Tejiendo derechos: aborto y cuidados”, donde coincidieron en que no es posible construir una verdadera sociedad del cuidado sin garantizar plenamente el derecho a decidir sobre la reproducción.

Las participantes advirtieron que, en un contexto donde las responsabilidades de cuidado recaen de forma desproporcionada sobre las mujeres y personas con capacidad de gestar, la penalización del aborto y las barreras para acceder a este servicio esencial de salud imponen maternidades forzadas y, con ello, una carga de cuidados no elegida.
Aidé García, directora de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), señaló que esta situación perpetúa las desigualdades de género y limita la autonomía, afectando sobre todo a quienes se encuentran en condiciones de mayor vulnerabilidad. En la misma línea, Rebeca Ramos, directora del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), sostuvo que “hablar de cuidados sin hacerlo de aborto es incompleto”, ya que las decisiones reproductivas están atravesadas por factores materiales, sociales y emocionales que determinan la posibilidad de cuidar y ser cuidada en condiciones dignas.
Las organizaciones subrayaron que el acceso al aborto legal, seguro y gratuito es condición imprescindible para ejercer los cuidados de forma libre y acompañada. Sin este derecho, advirtieron, las decisiones sobre la maternidad se ven condicionadas por obstáculos estructurales como la ausencia de un sistema integral de cuidados, la falta de redes de apoyo y políticas públicas efectivas en la materia.
Desde los movimientos feministas, se exigió que los Estados de la región, y particularmente el Estado mexicano, asuman compromisos firmes para avanzar hacia la despenalización total del aborto y la construcción de sistemas de cuidados que reconozcan esta labor como un derecho y una responsabilidad colectiva. “Impulsar una sociedad del cuidado con igualdad de género solo será posible si se garantiza el derecho a decidir cuándo y en qué condiciones cuidar. Eso incluye, sin excepción, el acceso pleno al aborto seguro”, reiteraron.
En el contexto del proceso Beijing+30 y de la propia Conferencia Regional, las colectivas, redes y organizaciones llamaron a que la justicia reproductiva sea un eje central de las políticas públicas. Plantearon la necesidad de construir un horizonte feminista donde el cuidado y el derecho a decidir se reconozcan como dimensiones inseparables del bienestar colectivo, apuntando a un modelo social que coloque la autonomía y la igualdad en el centro del desarrollo.
Con esta postura, las defensoras enviaron un mensaje claro a los tomadores de decisiones: la igualdad de género no se alcanzará sin justicia reproductiva, y una sociedad del cuidado solo será posible cuando se respete plenamente la libertad de decidir sobre el propio cuerpo.