Acnur enfrenta fuerte recorte presupuestal en México pese al aumento en solicitudes de asilo

Ciudad de México. En medio de una creciente demanda por atención a personas en movilidad humana, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) enfrenta una grave disminución presupuestal del 60% para 2025, según informó su representante en México, Giovanni Lepri, durante la presentación del informe anual 2024. Esta situación pone en riesgo la capacidad operativa de la agencia y de su principal socio institucional, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), en un contexto donde México figura entre los 10 países con más solicitudes de asilo en el mundo.

Lepri señaló que el impacto de los recortes ya es visible: el cierre de cuatro oficinas, la reducción de apoyos y la rescisión de 190 puestos laborales son parte de las medidas adoptadas ante la falta de fondos. Esta disminución presupuestal se debe en gran parte al recorte de recursos por parte del gobierno de Estados Unidos, principal donante de Acnur, lo que genera incertidumbre sobre cómo continuará la atención en la segunda mitad del año, más allá del 30 de junio, fecha hasta la cual están garantizados los recursos actuales.

El funcionario advirtió que, pese a esta reducción, las necesidades no han disminuido, sino que van en aumento. En lo que va de 2025, ya se han registrado 25 mil solicitudes de asilo. En 2024, la Comar recibió casi 80 mil, principalmente de personas originarias de Honduras, Cuba, Haití, El Salvador y Venezuela. Pese a los desafíos, la Comisión logró resolver 40% más solicitudes que el año anterior, con una tasa de reconocimiento de refugiados superior al 60%, lo cual demuestra la eficiencia alcanzada gracias a su proceso de transformación digital.

Acnur, por su parte, brindó respaldo en 2024 a 140 albergues, lo que permitió que más de 45 mil personas accedieran a servicios esenciales como alojamiento, alimentos, apoyo psicosocial y asesoría legal. Asimismo, se capacitó a 80 trabajadores de estos espacios en temas de protección internacional y salud mental. La agencia también apoyó la consolidación de Centros Multiservicios en ciudades clave como Ciudad Juárez, Tijuana, Monterrey y Tapachula, para facilitar la atención integral a personas desplazadas y solicitantes de asilo.

El Programa de Integración Local benefició a casi 50 mil personas refugiadas, y 110 mil recibieron ayuda para incorporarse al mercado laboral formal, gracias a la participación de más de 650 empresas. Estas personas refugiadas contribuyeron con más de 275 millones de pesos mexicanos en impuestos, lo que demuestra su impacto positivo en la economía nacional.

En el ámbito educativo y legal, Acnur facilitó la inscripción escolar de niñas, niños y adolescentes, certificaciones laborales, becas universitarias y acompañó a 650 personas en el proceso de naturalización ante la Secretaría de Relaciones Exteriores, logrando que 300 de ellas obtuvieran la ciudadanía mexicana.

Frente a la complejidad del panorama, Lepri hizo un llamado urgente a la unidad: “Vamos a necesitar mucho apoyo, tanto del Sistema de Naciones Unidas como de la sociedad civil y de quienes están comprometidos con la labor humanitaria. Las necesidades van a crecer, porque el desplazamiento forzado no se detiene”.