Remesas: Un Impulso Vital para la Economía Mexicana

En la primera mitad de 2023, México ha registrado importantes avances en el ámbito económico y social, destacando el crecimiento significativo en el gasto federal destinado a transferencias directas. Sin embargo, un fenómeno aún más notable es el aumento de las remesas recibidas en el país, superando en un 15.2 por ciento el monto destinado a programas sociales, alcanzando la impresionante cifra de 72 mil 346 millones de pesos, según la información proporcionada por fuentes oficiales.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha revelado que el gasto en subsidios, transferencias y aportaciones en desarrollo social, que incluye programas de transferencia de dinero, ha acumulado un total de 475 mil 564.66 millones de pesos durante la primera mitad del año en curso. Este monto ha experimentado un crecimiento del 12.9 por ciento en comparación con el año anterior, descontando el efecto de la inflación. Un factor determinante en este crecimiento ha sido el exitoso Programa de Pensión Universal para Personas Adultas Mayores, que ha ampliado tanto el número de beneficiarios como el monto del recurso entregado a cada receptor.

Por otro lado, las remesas recibidas durante el mismo periodo ascendieron a 30 mil 238.25 millones de dólares, superando los 27 mil 515.67 millones de dólares captados en la primera mitad de 2022. No obstante, debido a la apreciación de la moneda mexicana frente al dólar, su valor en pesos ha disminuido en comparación con años anteriores.

El tipo de cambio mensual promedio (FIX) publicado por el Banco de México revela que las remesas en la primera mitad de 2023 representaron un total de 547 mil 911.26 millones de pesos, ligeramente inferior a los 557 mil 422.96 millones de pesos alcanzados en el primer semestre del año anterior. Esta diferencia se debe a que, durante la primera mitad de 2022, el tipo de cambio fluctuó entre un máximo de 20.5562 pesos por dólar y un mínimo de 20.0237 pesos. En cambio, durante el primer semestre de 2023, los valores oscilaron entre 18.9863 y 17.2412 pesos mexicanos por dólar.

A pesar de la pérdida de valor causada por la depreciación del dólar, las remesas siguen representando una cantidad significativa de dinero en la economía mexicana, presumiblemente dirigida a apoyar a las familias receptoras. De hecho, las remesas recibidas superan el monto canalizado a través de los programas de transferencias directas financiados por el gobierno.

Es importante destacar que, antes de 2017, el gasto público reportado como subsidios, transferencias y aportaciones en desarrollo social era mayor que el valor de las remesas recibidas en el país. Sin embargo, a partir de ese año, cuando Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos, esta tendencia se invirtió, y las remesas comenzaron a superar en valor al gasto público en programas sociales.

Hasta el momento, en un lapso de seis años y medio, el gasto público en subsidios, transferencias y aportaciones en desarrollo social ha alcanzado la suma de 4 billones 296 mil 736.21 millones de pesos, mientras que las remesas han acumulado un total de 5 billones 569 mil 590.68 millones de pesos.

La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH 2022) proporciona datos interesantes sobre la dependencia de las familias mexicanas de diferentes fuentes de ingresos. Contrario a lo que se podría pensar, las familias de menores recursos no son necesariamente las que más dependen de las remesas. De hecho, ningún decil reporta que las remesas representen una parte mayor en sus percepciones que los beneficios provenientes de programas gubernamentales.

El decil I, que agrupa al 10 por ciento de los hogares con menos ingresos, reporta que el 14.73 por ciento de sus recursos provienen de programas sociales de los tres niveles de gobierno, excluyendo becas y transferencias en especie. Por otro lado, solo un 1.94 por ciento proviene de las remesas recibidas del extranjero.

En el extremo opuesto, el decil X, que comprende al 10 por ciento de los hogares con mayores ingresos, reporta que solo el 0.81 por ciento de sus percepciones proviene de transferencias por programas gubernamentales y un 0.53 por ciento de remesas. Es importante señalar que estas transferencias internacionales tienen un mayor peso en los deciles II y III, donde representan el 2.12 y 2.05 por ciento, respectivamente, de los recursos totales.

Estos datos respaldan la idea de que las remesas siguen siendo un pilar importante para el bienestar económico de muchas familias mexicanas, independientemente de su nivel socioeconómico. Si bien el valor de las remesas puede verse afectado por la fluctuación del tipo de cambio, su contribución a la economía del país es innegable. Además, el crecimiento del gasto federal en programas sociales muestra el compromiso del Gobierno de México en mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos más vulnerables.

En conclusión, las remesas continúan siendo un motor crucial para el desarrollo económico y social de México, proporcionando apoyo económico a numerosas familias. A pesar de la depreciación del dólar frente al peso, estas transferencias del extranjero siguen superando en valor a los programas sociales financiados por el Gobierno. El reto para las autoridades será mantener políticas que fomenten la llegada de remesas y, al mismo tiempo, fortalecer los programas sociales para garantizar la equidad y el bienestar de toda la población.