Revolución Educativa: Gobierno Federal abre las puertas de los libros de texto gratuitos

Ante la controversia y críticas dirigidas hacia los libros de texto gratuitos, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha anunciado la organización de una serie de conferencias en Palacio Nacional para aclarar su contenido. Estas conferencias, lideradas por la secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez, comenzarán el próximo martes. El presidente bromeó sobre posibles acusaciones de adoctrinamiento o propagación del comunismo durante estas conferencias.

Sin tomar preguntas de la prensa, el presidente reafirmó su intención de que los expertos involucrados en la creación de los libros expongan los contenidos con el objetivo de evitar malinterpretaciones y manipulaciones que han surgido. Hizo hincapié en que muchos críticos ni siquiera han leído los libros. Los académicos del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología, en campos como pedagogía, historia y filosofía, evaluarán la presencia de doctrina comunista y el fundamento teórico de los libros.

Aunque admitió que los libros son revisables y mejorarán con ediciones posteriores, López Obrador enfatizó la importancia de comprender su esencia. Durante una gira de inspección del Tren Maya en el sureste, el presidente defendió la necesidad de estas conferencias para contrarrestar la desinformación y el miedo que se ha generado.

Las conferencias, de dos horas cada tarde, abordarán los libros desde prescolar hasta secundaria, así como los destinados a maestros. López Obrador prometió distribuir los libros a los medios presentes, desestimando preocupaciones legales.

El presidente destacó que, a diferencia del pasado, los maestros participaron en la creación de los libros, en contraposición a intelectuales contratados y empresarios editoriales. López Obrador subrayó el derecho constitucional del gobierno federal a elaborar libros de texto gratuitos, insinuando que los gobernadores no pueden obstaculizar su distribución.

Sobre acusaciones de ceder la educación a marxistas radicales, el presidente rechazó polemizar y abogó por el debate informado y libre, desafiando a quienes critican sin conocer los libros.