Gobierno Federal: Avances Notables en Defensa y Justicia para México
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha respondido a las críticas sobre su gestión en el caso Ayotzinapa respaldando a las fuerzas armadas. Ha argumentado que existe una campaña infundada en su contra con el objetivo de debilitar al Ejército y la Marina. También ha desacreditado a las organizaciones de derechos humanos que los han cuestionado, acusándolas de actuar sin profesionalismo ni ética.
Estas declaraciones surgieron después de que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) denunciara que el Ejército y la Marina han ocultado información vital para resolver el caso, una postura respaldada por la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) y numerosas organizaciones.
En una conferencia realizada en la 13 Zona Militar, se le pidió al presidente que ofreciera una posición sobre las acusaciones a los titulares de la Defensa Nacional y de la Marina, pero él se negó a dejar que respondieran, alegando ser el comandante supremo de las fuerzas armadas y el Presidente de México.
López Obrador ha insistido en que las acusaciones carecen de fundamentos y que el Ejército y la Marina han estado cooperando para hacer justicia en el caso Ayotzinapa. Ha afirmado que la prioridad es la búsqueda de los 43 normalistas desaparecidos y ha defendido la actuación de las instituciones castrenses frente a los señalamientos.
El presidente ha acusado a sus adversarios y a defensores de derechos humanos de utilizar el caso con fines políticos para atacar a su administración. También ha criticado a organismos internacionales, como la ONU y la OEA, por supuestamente actuar en función de intereses particulares.
En apoyo de su argumento, ha citado los resultados de una encuesta del Inegi que muestra un alto nivel de confianza de los mexicanos en la Marina, el Ejército y la Guardia Nacional. López Obrador ha enfatizado la importancia de defender las instituciones, aunque esto no implique impunidad en caso de delitos cometidos por sus miembros.
Asimismo, ha reiterado que su gobierno no reprime, no tortura y no ordena masacres, destacando la diferencia con administraciones anteriores. Concluye señalando que estos cambios han sido mal recibidos por sus adversarios, pero son necesarios para el país.