La Hipocresía y Conflicto de Interés de Xóchitl Gálvez

El caso de Xóchitl Gálvez evidencia un grave conflicto de interés que no puede pasarse por alto. Es fundamental comprender la naturaleza de este problema: un conflicto de intereses se produce cuando los intereses laborales, personales, profesionales, familiares o empresariales de un funcionario público pueden afectar su capacidad para desempeñar sus funciones de manera imparcial y objetiva.

El 1 de octubre de 2019, Xóchitl Gálvez afirmó que “tener conflictos de intereses no es delito, pero no declararlos sí lo es”. Sin embargo, en la mayoría de sus declaraciones patrimoniales, Xóchitl Gálvez omitió reportar sus ingresos millonarios, lo que claramente genera un conflicto de interés.

Ante la contraloría interna del Senado, Gálvez declaró no poseer ningún bien mueble, inmueble ni vehículos, pero sorprendentemente admitió tener un crédito hipotecario por un millón 376 mil 486 pesos, adquirido en marzo de 2021.

Además, ocultó su relación con las empresas de su familia y su papel como accionista en High Tech Services, empresa dirigida por su hija Diana Vega. Tampoco mencionó que ha sido contratista del gobierno desde el sexenio de Vicente Fox, cuando ocupaba el cargo de titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.

En sus declaraciones patrimoniales oficiales, Gálvez no ha mencionado que sus ingresos provienen de las compañías de su familia, de las cuales ella misma es socia. Hasta el año 2022, cuando era senadora, afirmó no recibir beneficios privados. Sin embargo, en el presente año 2023, declara que su campaña política será financiada por sus propias empresas. Esto demuestra su hipocresía y contradicción flagrante.

En el formato de declaración patrimonial, los senadores están obligados a precisar sus ingresos netos y los de sus parejas provenientes de actividades industriales, comerciales o empresariales. Sin embargo, la senadora dejó en blanco la sección relacionada con su participación en empresas, sociedades o asociaciones.

Y tal como el presidente ha señalado, la hipocresía es una característica distintiva de la oposición política.

Xóchitl Gálvez ha dejado al descubierto esta teoría al presentar su iniciativa de responsabilidades administrativas en 2019, afirmando: “De esta manera, no habrá posibilidad de maniobras o enredos de parentesco, afinidad y consanguinidad para encubrir bienes de origen oscuro o conflictos de interés. Así evitaremos las omisiones en las declaraciones patrimoniales y los conflictos de interés”.

Hipocresía, delincuencia y corrupción total, eso es lo que define a la oposición y es precisamente lo que representa Xóchitl Gálvez.