¡Productores de maíz blanco del sureste en crisis por arancel desastroso!
En un movimiento que contradice las políticas adoptadas anteriormente para combatir la inflación y la carestía, un decreto reciente ha impuesto un arancel del 50 por ciento a la importación de maíz blanco en México. Juan Carlos Anaya, director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), advierte sobre las consecuencias negativas que esto traerá para los productores del sureste del país.
Anaya destaca que México es autosuficiente en la producción de maíz blanco y solo realiza importaciones en pequeñas cantidades desde Estados Unidos o Sudáfrica. Estas importaciones se deben principalmente a los menores costos de transporte desde estos países en comparación con el traslado desde Sinaloa hasta la península de Yucatán. Es importante señalar que el maíz blanco importado se utiliza principalmente en el sector harinero y no en la elaboración de tortillas de nixtamal, como se consume tradicionalmente en México.
El 16 de enero de 2023, se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un decreto que eximía del pago de arancel de importación y otorgaba facilidades administrativas a diversas mercancías de la canasta básica. Sin embargo, ese mismo día se publicó otro decreto que imponía un arancel del 50 por ciento a la exportación de maíz blanco harinero, con vigencia hasta el 30 de junio de 2023.
La semana pasada, se realizó otra publicación en el DOF que eliminó la exención de arancel para la importación de maíz blanco harinero y le impuso un arancel del 50 por ciento. Además, se extendió la imposición de un gravamen del 50 por ciento a la exportación del maíz blanco harinero, ambos vigentes hasta el 31 de diciembre de este año.
Según Anaya, estas medidas buscan incrementar el precio pagado al productor mediante la prohibición de exportar maíz blanco, el aumento de los aranceles al grano importado y la compra de 2 millones de toneladas por parte de Segalmex y Sinaloa. Sin embargo, debido a las condiciones de un mercado estacional con excedentes regionales de maíz, se espera que el sector pecuario solo adquiera el grano nacional si este es competitivo en comparación con la semilla amarilla importada.
Además, el sector de la masa y la tortilla se verá afectado por la necesidad de adquirir maíz blanco al precio de mercado y transportarlo a lo largo de todo el país, incluyendo el sureste y la península de Yucatán. Esto disminuirá su competitividad debido a los altos costos logísticos en comparación con el maíz importado.
Anaya también destaca que la imposición de aranceles generales al maíz va en contra de los acuerdos del T-MEC, en particular el artículo 211, el cual establece que los países se abstendrán de imponer prohibiciones o restricciones a la importación. Asimismo, la imposición de aranceles a la exportación incrementará los precios para los clientes habituales del maíz blanco mexicano, como Guatemala y Venezuela, lo que muy probablemente los llevará a buscar otros proveedores.
Estas medidas representan un golpe significativo para los productores de maíz blanco en el sureste de México. La imposición de aranceles a la importación dificulta el acceso a insumos clave para su producción, lo que puede resultar en un aumento de los costos de producción y una disminución de la competitividad en el mercado.
Además, la imposición de aranceles a la exportación del maíz blanco harinero limita las oportunidades de los productores para vender su producto en mercados internacionales. Esto afecta especialmente a países como Guatemala y Venezuela, que han sido clientes habituales del maíz blanco mexicano. El incremento en los precios debido a los aranceles podría hacer que estos países busquen alternativas en otros proveedores, lo que representa una pérdida de ingresos para los productores mexicanos.
Cabe destacar que estas medidas también generan preocupación en cuanto a su conformidad con los acuerdos comerciales internacionales. El T-MEC, tratado que regula el comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, establece claramente la prohibición de imponer restricciones o prohibiciones a la importación. La imposición de aranceles generales al maíz blanco contraviene este acuerdo y podría tener implicaciones negativas para el comercio internacional de México.
Ante esta situación, los productores de maíz blanco del sureste del país han expresado su preocupación y han solicitado al gobierno que reconsidere estas medidas. Piden que se busquen alternativas para apoyar y fortalecer la producción nacional de maíz blanco, en lugar de imponer aranceles que afectan su competitividad y generan incertidumbre en el sector.
El maíz es un cultivo fundamental en la dieta y la cultura mexicana, y los productores desempeñan un papel crucial en la seguridad alimentaria del país. Es importante que se promueva un ambiente propicio para su producción y comercialización, incentivando la competitividad y brindando apoyo a los agricultores.
En conclusión, el reciente arancel impuesto a la importación y exportación de maíz blanco en México ha generado preocupación entre los productores del sureste del país. Estas medidas van en contra de los esfuerzos por disminuir la inflación y la carestía, y afectan la competitividad de los productores en el mercado nacional e internacional. Es necesario buscar soluciones que impulsen la producción nacional de maíz blanco y promuevan un comercio justo y equitativo en el sector agrícola.