¡Candidatos en la arena! Morena alista la batalla rumbo a 2024

El Consejo Nacional de Morena ha tomado una decisión trascendental en el camino hacia las elecciones de 2024. El próximo 6 de septiembre se revelará el nombre del coordinador nacional de defensa de la Cuarta Transformación, quien eventualmente se convertirá en el candidato presidencial de la coalición conformada por los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM). En esa fecha se darán a conocer los resultados de las cinco encuestas que se realizarán entre agosto y septiembre, en las cuales participarán seis aspirantes, cuatro de Morena y uno por cada partido aliado.

Durante la aprobación unánime de las reglas para este proceso, se estableció que “es público y notorio” que los mejor posicionados, en orden alfabético, son Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Relaciones Exteriores; Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación; Ricardo Monreal Ávila, coordinador de Morena en el Senado; y Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México. En representación del PVEM, el senador Manuel Velasco, y por el PT, Gerardo Fernández Noroña, estuvieron presentes como invitados durante la sesión celebrada ayer.

Desde este momento, el Presidente de la República, los miembros del gabinete federal legal y ampliado, los gobernadores y sus respectivos equipos, los alcaldes y colaboradores de alto nivel, así como los coordinadores legislativos de las bancadas federales y estatales de Morena, y los líderes nacionales y estatales del partido, se encuentran imposibilitados de expresar su apoyo a algún aspirante o participar en cualquiera de sus eventos.

La convocatoria prohíbe de manera estricta el uso del presupuesto público para favorecer a alguno de los contendientes.

Renuncias, esta semana El documento avalado por el consejo morenista, dado a conocer en una conferencia de prensa por Alfonso Durazo, presidente del órgano partidista, establece que todos los aspirantes deberán registrarse entre hoy y el próximo viernes, después de haber renunciado a sus cargos públicos.

Posteriormente, firmarán un compromiso de principios éticos en el cual se comprometen a abstenerse de hacer pactos con grupos de interés político, económico, mediático o delictivo, y a no realizar gastos excesivos en publicidad.

Asimismo, se comprometen a respetar el resultado de las encuestas, el cual será inapelable, y a brindar su apoyo al ganador.

Desde el 19 de junio hasta el 27 de agosto, los aspirantes podrán recorrer el país con el objetivo de priorizar el contacto directo con la gente. Para difundir sus proyectos, deberán evitar los medios de comunicación “reaccionarios, conservadores, adversarios de la 4T y partidarios del viejo régimen”.

En relación al proceso, se acordó que las encuestas se realizarán del 28 de agosto al 3 de septiembre.

El partido, a través de su Comisión de Encuestas, elaborará una de las encuestas y contará con la colaboración de cuatro encuestadoras externas, que se sumarán a la labor, haciendo un total de cinco encuestadoras.

Cada aspirante tendrá la oportunidad de proponer dos empresas para que sean consideradas en el proceso de selección. Estas empresas deberán contar con un historial que demuestre que no han presentado resultados distorsionados o evidentemente discordantes en elecciones anteriores. De las 12 propuestas presentadas, se realizará un sorteo para seleccionar las cuatro empresas que serán contratadas.

La Comisión de Encuestas será responsable de diseñar y redactar el cuestionario que se aplicará, determinar los tamaños de muestra y establecer otras reglas metodológicas y demoscópicas.

Para llevar a cabo las encuestas, se formarán equipos conformados por un coordinador, un encuestador y un representante de cada uno de los aspirantes. Las personas encuestadas depositarán un talón foliado en una urna portátil sellada.

En caso de que los resultados de las cinco encuestas sean discordantes, se tomarán en cuenta aquellos que coincidan en tres o cuatro de ellas, según lo indicado en la convocatoria.

Se enfatizó que, en caso de alcanzar el objetivo en 2024, los aspirantes que queden en segundo y tercer lugar en las encuestas serán invitados a ocupar un cargo en la gestión pública o a formar parte de la coordinación de Morena en el Congreso. Los demás aspirantes tendrán preferencia en la lista para el Legislativo.

Además, se descartaron los debates públicos con el fin de evitar controversias y confrontaciones personales entre los contendientes. Se estableció que no deberá haber descalificaciones ni agresiones entre los aspirantes, y se les instó a fomentar esa misma conducta entre sus seguidores.

Con este proceso de selección y las reglas establecidas, Morena busca cerrar filas y definir al candidato que representará a la coalición en las elecciones presidenciales de 2024. La transparencia, la ética y el respeto a los resultados de las encuestas se convierten en pilares fundamentales para garantizar un proceso democrático y equitativo.

El partido guinda se encuentra en un momento crucial en su trayectoria política, y es a través de este proceso de selección que busca consolidar su proyecto de transformación y mantener el impulso de la Cuarta Transformación en México.