Crisis migratoria en el hemisferio: Embajador estadounidense denuncia sistema ‘quebrado’ y propone soluciones radicales
El embajador estadounidense en México, Ken Salazar, reconoció en una entrevista la crisis que enfrenta el sistema de migración en el hemisferio Occidental, particularmente en Estados Unidos. Salazar destacó el sufrimiento que experimentan aquellos que se aventuran en el peligroso viaje hacia el norte y enfatizó la necesidad de abordar este problema desde diversas líneas de acción.
Durante un evento en apoyo a mujeres emprendedoras, el diplomático discutió el fenómeno migratorio en el hemisferio y los flujos sin precedentes de personas que se dirigen hacia el norte, alcanzando la cifra de 20 millones de individuos transitando por las Américas. Esta situación se ha convertido en uno de los temas más importantes en la agenda bilateral entre México y Estados Unidos.
Salazar señaló contundentemente que el sistema migratorio existente en el hemisferio occidental está fracturado y se refleja claramente en el dolor humano que se experimenta a lo largo de la ruta migratoria. El embajador se refirió a este camino como el “corredor doloroso”. Este sufrimiento puede ser observado en la franja fronteriza entre Estados Unidos y México, así como a lo largo de todo el trayecto en territorio mexicano, en las naciones centroamericanas, en la región del Darién (en la frontera entre Panamá y Colombia) y en otros puntos clave de la ruta migratoria.
Ante esta realidad, el embajador resaltó la importancia de implementar una política migratoria que aborde las causas fundamentales de la migración. Se busca generar esperanza en los países de origen de los migrantes, para lo cual es necesario trabajar en tres áreas fundamentales. En primer lugar, se debe impulsar el desarrollo de mejores condiciones en dichos países. En segundo lugar, es crucial fomentar inversiones en las zonas más pobres de la región. Por último, se requiere transformar el sistema migratorio para permitir una movilidad regular y ordenada.
En relación a un tema distinto, se le preguntó al embajador Salazar si la ocupación de un tramo ferroviario en Veracruz, perteneciente a Ferrosur, subsidiaria de Grupo México, preocupaba a los inversionistas estadounidenses. Salazar señaló que este asunto es un tema entre una empresa mexicana y el gobierno, y destacó que las empresas de Estados Unidos buscan certidumbre para invertir en México.
El embajador reafirmó que, a pesar de los desafíos que enfrenta el sistema migratorio, se está trabajando en conjunto con el presidente Biden y manteniendo una buena relación con México para encontrar soluciones que brinden esperanza a los países de origen de los migrantes. La colaboración y el liderazgo son fundamentales para abordar esta crisis migratoria y encontrar una manera más humanitaria y efectiva de manejar los flujos migratorios en el hemisferio Occidental. Asimismo, se espera que las inversiones estadounidenses en México encuentren un ambiente propicio y estable para su desarrollo.
En conclusión, el embajador Ken Salazar reconoció la fractura y el sufrimiento que caracterizan al sistema migratorio en el hemisferio Occidental, en particular en Estados Unidos. Destacó la importancia de abordar el problema desde sus raíces, generando esperanza en los países de origen de los migrantes. Salazar resaltó la necesidad de trabajar en tres frentes: mejorar las condiciones en los países de origen, fomentar inversiones en las zonas más pobres y transformar el sistema migratorio para lograr una movilidad regular y ordenada.
Durante su participación en un evento de apoyo a mujeres emprendedoras, el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, abordó el tema de la migración en el hemisferio y los flujos masivos de personas hacia el norte, que alcanzan la asombrosa cifra de 20 millones de individuos transitando por las Américas. Esta situación se ha convertido en una de las principales preocupaciones en la agenda bilateral entre México y Estados Unidos.
Salazar fue claro al afirmar que el sistema migratorio en el hemisferio occidental, y en particular en Estados Unidos, está profundamente quebrado. Este fracaso se refleja de manera evidente en el dolor humano que se vive a lo largo de toda la ruta migratoria. El embajador se refirió a este camino como el “corredor doloroso”, destacando que el sufrimiento puede observarse en la franja fronteriza entre Estados Unidos y México, en todo el territorio mexicano, en las naciones centroamericanas, en la región del Darién y en otros puntos clave de la ruta migratoria.
En este sentido, Salazar subrayó la importancia de implementar una política migratoria integral que aborde las causas fundamentales de la migración. Para ello, es crucial trabajar en tres áreas específicas. En primer lugar, se debe impulsar el desarrollo de mejores condiciones en los países de origen de los migrantes. Esto implica abordar problemas como la pobreza, la falta de oportunidades y la inseguridad. En segundo lugar, se requiere motivar las inversiones en las regiones más desfavorecidas de la región. Esto contribuiría a generar empleos, estimular el crecimiento económico y brindar alternativas viables a la migración. Por último, es necesario transformar el sistema migratorio actual, estableciendo vías legales y seguras que permitan una movilidad regular y ordenada.
Al ser cuestionado sobre la ocupación de un tramo ferroviario en Veracruz, propiedad de Ferrosur, una subsidiaria de Grupo México, y si esta situación preocupa a los inversionistas estadounidenses, el embajador Salazar aclaró que se trata de un asunto entre una empresa mexicana y el gobierno. Sin embargo, enfatizó que las empresas estadounidenses buscan certidumbre y estabilidad para invertir en México.
En conclusión, el embajador Ken Salazar reconoció abiertamente las deficiencias y el sufrimiento que caracterizan al sistema migratorio en el hemisferio Occidental, especialmente en Estados Unidos. Destacó la necesidad de abordar el problema desde sus raíces, generando esperanza en los países de origen de los migrantes. Para lograrlo, es fundamental trabajar en mejorar las condiciones en esos países, fomentar inversiones en las zonas más desfavorecidas y transformar el sistema migratorio para garantizar una movilidad regular y ordenada. La colaboración entre Estados Unidos y México, bajo el liderazgo del presidente Biden, es fundamental para encontrar soluciones efectivas y humanitarias a la crisis migratoria en la región. Además, se espera que se brinde un ambiente propicio y estable para las inversiones estadounidenses en México.
El embajador Salazar dejó en claro que el sistema migratorio actual está fallando en abordar las necesidades y los derechos humanos de los migrantes. El dolor y el sufrimiento que experimentan a lo largo de su trayecto son evidentes en todo el corredor migratorio. Desde la frontera entre Estados Unidos y México hasta las naciones de Centroamérica y la peligrosa región del Darién, los migrantes enfrentan numerosos desafíos y peligros en su búsqueda de una vida mejor.
Es por ello que se enfatiza la importancia de abordar las causas fundamentales de la migración. El embajador destacó que mejorar las condiciones en los países de origen es esencial para ofrecer oportunidades y esperanza a sus ciudadanos. Esto implica trabajar en la reducción de la pobreza, el fortalecimiento de las instituciones y la promoción del desarrollo económico.
Asimismo, se resalta la necesidad de fomentar inversiones en las zonas más vulnerables de la región. Al generar empleos y estimular el crecimiento económico en estas áreas, se busca ofrecer alternativas viables a la migración forzada. Esto requerirá la colaboración de gobiernos, organismos internacionales y el sector privado para promover el desarrollo sostenible en estos lugares.
Por último, el embajador Salazar subrayó la importancia de transformar el sistema migratorio para que la movilidad sea regular y ordenada. Esto implica establecer vías legales y seguras que permitan a las personas migrar de manera digna y respetando sus derechos humanos. Asimismo, se deben abordar los desafíos en materia de seguridad en la ruta migratoria y garantizar la protección de los migrantes más vulnerables, como los niños y las mujeres.
En cuanto al tema de la ocupación de un tramo ferroviario en Veracruz por parte de Ferrosur, el embajador Salazar aclaró que se trata de un asunto entre una empresa mexicana y el gobierno, y que los inversionistas estadounidenses buscan un entorno estable y confiable para llevar a cabo sus inversiones en México. La certidumbre jurídica y el respeto a las reglas comerciales son elementos clave para atraer inversiones y promover un ambiente propicio para el crecimiento económico y la generación de empleo.
En resumen, el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, reconoció la fractura del sistema migratorio en el hemisferio Occidental y la necesidad de abordar esta crisis desde sus raíces. Destacó la importancia de generar esperanza en los países de origen de los migrantes, mejorar las condiciones en esos lugares, fomentar inversiones en las zonas más desfavorecidas y transformar el sistema migratorio para asegurar una movilidad regular y ordenada. La colaboración entre México y Estados Unidos es fundamental para encontrar soluciones efectivas y humanitarias, y se espera que se brinde un ambiente estable y propicio para las inversiones estadounidenses en México.