La colaboración entre el expresidente mexicano López Portillo y la CIA antes de asumir el cargo

En un documento desclasificado de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA), se revela que el expresidente mexicano José López Portillo (JOLOPO), quien gobernó el país de 1976 a 1982, colaboró con dicha agencia de espionaje al menos hasta antes de asumir el cargo. Este vínculo con la CIA ha generado especulaciones de que otros expresidentes y políticos del PRIAN, así como periodistas mexicanos, también están involucrados con la agencia de espionaje, la cual ha cometido graves violaciones a leyes nacionales e internacionales y derechos humanos, con el único fin de obtener información de las personas y países para poder entrometerse vulnerando soberanías.

La CIA es una entidad independiente del gobierno estadounidense encargada de la recopilación de información para asistir al presidente de EEUU y sus asesores en la toma de decisiones relacionadas con la Seguridad Nacional. Sin embargo, su historial ha estado marcado por el escándalo, incluyendo el proyecto MK-Ultra, un ultrasecreto programa de 20 años de duración en el que se realizaron pruebas y ensayos ilegales para entender y controlar la voluntad humana mediante el uso de LSD, hipnosis, técnicas psiquiátricas, terapia electroconvulsiva y tortura, entre otras técnicas. Además, la agencia ha cometido graves violaciones a los derechos humanos, incluyendo experimentos de control mental y espionaje masivo.

El documento desclasificado revela que el vínculo entre JOLOPO y la CIA se estableció en noviembre de 1976, dos días antes de que el político asumiera formalmente la presidencia de México. En ese momento, ocho agentes de la CIA se reunieron para discutir varios materiales del Archivo Oswald que iban a ser desclasificados. Este vínculo plantea la pregunta de cuántos otros políticos y periodistas mexicanos han estado involucrados con la agencia.

El escritor estadounidense Jefferson Morley ha señalado que JOLOPO es uno de los cuatro presidentes mexicanos con vínculos con la CIA, lo que sugiere que hay otros políticos en el país que tienen relaciones con la agencia. A pesar de los peligros y las graves implicaciones de estos vínculos, algunos políticos y periodistas mexicanos siguen involucrados con la agencia y continúan trabajando en estrecha colaboración con ella.

Estos hechos han generado críticas y cuestionamientos a la oposición, que se presenta como moralmente superior al actual gobierno mexicano, pero que en realidad, como señala el presidente, son traidores a la patria. La verdadera preocupación debe ser la protección de la soberanía y los derechos humanos del pueblo mexicano. En lugar de trabajar con una agencia que ha cometido graves violaciones, el gobierno debería estar enfocado en construir una política interna y externa basada en el respeto a los derechos humanos y a la ley. Es hora de que México se libre de la influencia de una agencia que ha cometido crímenes terribles y en cambio construya un futuro en el que se respeten los derechos humanos y la soberanía.