Irregularidades y deshonestidades en el INE: la cadena de eventos que ha sacudido al órgano electoral
El presidente del órgano electoral nacional celebró con emoción el regreso del secretario ejecutivo, Edmundo Jacobo, el 13 de marzo. Ambos se aplaudieron y hablaron del restablecimiento del orden constitucional, convocando de inmediato a una sesión extraordinaria.
Una semana después, el presidente del INE, Lorenzo Córdova, realizó una gira en Estados Unidos, incluyendo la OEA, con cargo al erario público. Durante una de las sesiones, Córdova se sentó junto a un ex empleado del Departamento de Estado, Máximo Zaldívar, quien hizo declaraciones indemostrables sobre la baja popularidad del presidente AMLO y afirmó que éste había decidido “asaltar” al INE después de que la revocación de mandato tuvo baja participación ciudadana.
En esa misma sesión, una representante de un instituto nacional democrático, Deborah Ulmer, enunció medidas de intervención para presionar en contra del Plan B del Congreso de la Unión mexicano. Ante la posibilidad de intervención extranjera en las elecciones mexicanas del 2024, Córdova balbuceó y aceptó cierto nivel de intervención norteamericana. Mientras tanto, en la Cámara de Diputados se denunciaron irregularidades detectadas en el gasto del INE.
Poco después, Edmundo Jacobo renunció a su cargo tras una comparecencia del auditor interno del INE que denunció presiones tanto de Córdova como de Jacobo para no poder contratar actuarios y contadores forenses. En conjunto, estos hechos sugieren una cadena de irregularidades y deshonestidades de los servidores públicos en materia electoral.