La autoridad moral del PAN
Vivimos durante décadas bajo el yugo de gobiernos que nos mentían para robarnos, que se disfrazaban de gente decente mientras cometían sus fechorías, masacres, saqueos, asociaciones delictuosas y demás linduras, que nos vendían como acciones indispensables para mantener el orden y el desarrollo económico.
Terminamos ese período con un gobierno simulado en una república de mentiras, completamente entregado a las élites extranjeras, a los oligarcas que acumularon el dinero al amparo de contratos y concesiones fraudulentas.
Sufrimos dos sexenios que se encargaron de destruir el estado de derecho, que se coludieron y hasta se asociaron con las bandas del crimen organizado, solapados por el mismo grupo de oligarcas, periodistas y medios que les aplaudían, los justificaban y defendían a cambio de canonjías y privilegios.
Es cierto que el sistema neoliberal está diseñado para concentrar el poder y el dinero en una minoría rapaz en todo el mundo, con un desprecio absoluto de los valores universales y de la mayoría de los habitantes de los países, pero en ninguna parte dice que los gobiernos deban ser parte de las bandas del narcotráfico, del secuestro o del fraude inmobiliario.
Sin embargo los gobernantes panistas han interpretado en forma equivocada la permisividad de la doctrina neoliberal, llevándola al extremo de transgredir todas las leyes posibles para enriquecerse en el proceso. En los sistemas neoliberales el proceso comienza por modificar las leyes vigentes, a fin de que las nuevas les permitan hacer negocios que en el escenario legal anterior no hubiesen sido legales.
Aunque los priistas hicieron su mejor esfuerzo cambiando leyes para que la corrupción y el fraude electoral no fueran delitos graves, no hay forma de modificarlas para que la colusión en crímenes contra la salud y la vida puedan quedar impunes.
Pero esto no ha sido un freno para los dos gobierno panistas que tuvimos en el poder ejecutivo, ni para sus gobiernos locales que todavía mantienen el poder en ciertas zonas del país. Ellos simplemente ignoran las leyes para proteger y beneficiarse de los negocios de narcotraficantes, secuestradores y desarrolladores inmobiliarios potencialmente asesinos.
En el juicio de García Luna nos enteramos de que el auge de los negocios de todos estos criminales, se dio gracias a las facilidades que les dieron los gobiernos de Fox y Calderón, poniendo la estructura del estado, sus fuerzas policiales y hasta las fuerzas armadas, al servicio de los cárteles de la droga, del secuestro y del fraude inmobiliario.
Como lo dijo uno de los testigos, hermano del capo más importante del narcotráfico en México, “el negocio necesita del apoyo del gobierno federal para florecer y mantenerse operando”. Estos gobiernos panistas se lo brindaron a placer, a cambio de una rebanada del pastel.
Recordemos que los únicos dos presidentes PANistas en toda la historia de su partido, han estado coludidos con el narcotráfico y ahora aunque parezca increíble, con esa autoridad moral que los distingue, serán ellos los que decidan quién será el candidato que competirá en 2024 por la presidencia de la República, representando a su coalición del crimen: Va por México. ¿Qué parte de ya no vamos a permitir delincuentes en el gobierno no han entendido?
Como dijo el escritor inglés Charles Dickens: “El número de delincuentes no autoriza el crimen”.
Erika Gonzalez