Muere Doña Elo, símbolo de esperanza tras las inundaciones en Poza Rica
Veracruz, Ver. Elodia Reyes, conocida cariñosamente como Doña Elo, falleció este lunes 27 de octubre a causa de un paro cardiorrespiratorio, apenas semanas después de haberse convertido en un símbolo de esperanza y resistencia durante las históricas inundaciones ocurridas en Poza Rica. Su imagen, abrazada a su esposo Hilario mientras esperaban ser rescatados del agua que invadía su hogar, conmovió a miles en todo el país.

La tragedia se remonta al pasado 10 de octubre, cuando el desbordamiento del Río Cazones provocó una emergencia sin precedentes en esta región del norte de Veracruz. El agua alcanzó más de cinco metros de altura, ingresando con fuerza a viviendas y dejando a decenas de familias atrapadas, entre ellas Doña Elo y su esposo, quienes fueron rescatados por vecinos con el apoyo de una lancha.
“Yo no me quería morir, no quería, lo único que le pedía yo a Dios y a la Virgen que no me llevara”, dijo Doña Elo días después de sobrevivir a la inundación. Estas palabras, pronunciadas con una mezcla de humildad, fe y fortaleza, reflejaron el temple de una mujer que, pese a las adversidades, luchó hasta el último momento.
Tras ser rescatados, ella e Hilario fueron trasladados por sus sobrinos al municipio de Naranjos, ya que su casa quedó inhabitable. Posteriormente, regresaron a Poza Rica con el propósito de comenzar la limpieza del hogar y reconstruir su vida. Sin embargo, la salud de Doña Elo comenzó a deteriorarse y fue ingresada a un hospital, donde finalmente perdió la vida.
Su muerte ha generado una ola de condolencias y mensajes de solidaridad, especialmente en redes sociales, donde muchos recuerdan el momento en que su historia se hizo viral. Para su esposo Hilario, quien compartió 26 años de vida con ella, se trata de una pérdida irreparable. La mujer con la que se aferró a la vida en medio de la tragedia, hoy ha partido, dejando un ejemplo imborrable de amor y resiliencia.
La historia de Doña Elo no solo refleja el drama humano que viven miles de mexicanos ante fenómenos naturales cada vez más frecuentes, también evidencia la solidaridad comunitaria y la urgencia de seguir trabajando por sistemas de protección civil más eficaces, en coordinación con los tres órdenes de gobierno.
En memoria de Doña Elo, queda su imagen como símbolo de fortaleza, su testimonio como un llamado a la empatía, y su lucha como inspiración para todas aquellas familias que aún enfrentan las secuelas de las recientes inundaciones. Su legado trasciende el dolor de la pérdida: representa la dignidad con la que el pueblo mexicano enfrenta la adversidad.

