INAH cierra zonas arqueológicas en la Sierra Gorda por afectaciones de lluvias; El Cerrito recibe reconocimiento ambiental
Querétaro, Qro. Como medida preventiva tras las intensas lluvias registradas la semana pasada en la región de la Sierra Gorda, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Querétaro determinó el cierre indefinido de las zonas arqueológicas Ranas, Toluquilla y Tancama, ubicadas en los municipios de San Joaquín, Cadereyta de Montes y Jalpan de Serra, respectivamente.

La delegada estatal del INAH, Rosa Estela Reyes, informó que el cierre se llevó a cabo desde el pasado 10 de octubre, fecha en la que se presentaron tormentas severas que provocaron deslaves y severos daños en los caminos de acceso a estos tres importantes sitios arqueológicos.
“El mayor impacto de las lluvias no fue en las estructuras prehispánicas, sino en los caminos. Por ello, las zonas arqueológicas están cerradas hasta nuevo aviso”, precisó la funcionaria, quien además aclaró que los vestigios arqueológicos no presentan daños estructurales y que todo el personal del instituto se encuentra a salvo, sin reportes de lesionados.
Ante la emergencia, el INAH determinó también que la zona arqueológica de El Cerrito, ubicada en el municipio de Corregidora, y el Museo Regional de Querétaro, operen como centros de acopio para apoyar a las familias afectadas por las lluvias en la Sierra Gorda.
En paralelo, el INAH celebró un logro relevante para la preservación patrimonial y ambiental del estado: la zona arqueológica El Cerrito recibió el Sello de Biodiversidad Querétaro, una certificación otorgada por la Universidad Politécnica de Santa Rosa Jáuregui (UPSRJ), en reconocimiento a su modelo de conservación ecológica y protección del patrimonio cultural.
Este distintivo reconoce a El Cerrito como un espacio ejemplar que, en medio del crecimiento urbano, ha logrado integrar la conservación arqueológica con la protección de su flora y fauna nativa. El plan de gestión ambiental del sitio contempla la recuperación y trasplante de especies endémicas como mezquites, agaves, cactáceas y copales, así como la creación de senderos ecológicos, instalación de señalética interpretativa y programas permanentes de mantenimiento ecológico.
Según un diagnóstico de 2023 realizado por la Universidad Autónoma de Querétaro, en el área de influencia de El Cerrito habitan al menos 35 especies de matorrales xerófilos y bosques tropicales caducifolios, así como 17 especies de fauna, incluyendo aves residentes, reptiles y pequeños mamíferos como tlacuaches, zorras grises y cacomixtles.
La certificación posiciona a El Cerrito como un modelo nacional de sostenibilidad en el manejo de sitios patrimoniales, reafirmando el compromiso del INAH y del Gobierno de México con la conservación del patrimonio cultural y natural de la nación.
Mientras se restablece el acceso seguro a Ranas, Toluquilla y Tancama, el INAH continúa trabajando para garantizar la preservación de estos espacios históricos y la seguridad de los visitantes, así como para seguir promoviendo una cultura de cuidado del medio ambiente en torno al patrimonio arqueológico.

