Michoacán, potencia agroexportadora: destacan producción de aguacate, berries y cítricos
Morelia, Mich. Michoacán reafirma su posición como líder agroalimentario del país al registrar una producción anual superior a 3.8 millones de toneladas de frutas como aguacate, limón, guayaba, fresa y zarzamora, consolidándose como una de las principales entidades generadoras de empleo e ingresos por exportaciones. Sin embargo, autoridades estatales advirtieron sobre la necesidad de reforzar el cuidado de los recursos naturales, particularmente el agua, debido a la alta demanda hídrica de estos cultivos.

El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla destacó que sólo en la producción de aguacate, Michoacán alcanza más de 2 millones de toneladas anuales, con alrededor de 182 mil hectáreas de huertas distribuidas en 66 municipios, entre ellos Uruapan, Tancítaro, Ario, Peribán, Los Reyes, Salvador Escalante y Tacámbaro. Esta fruta, conocida internacionalmente como “oro verde”, representa un motor económico clave para la entidad y para México, siendo altamente demandada en mercados como Estados Unidos, Europa y Asia.
En el caso de la fresa, el estado produce 411 mil toneladas anualmente, destinadas tanto al consumo nacional como a la exportación. El gobernador subrayó que esta industria no sólo genera divisas, sino que representa una fuente directa de empleo para miles de michoacanos, al abarcar una extensa cadena de valor que incluye la siembra, cosecha, empaque y distribución de los frutos.
La producción de zarzamora también se ha posicionado como una actividad agrícola estratégica, con más de 9 mil 900 hectáreas plantadas que generan 242 mil toneladas al año. En tanto, la guayaba alcanza las 192 mil toneladas, cultivadas principalmente en la región oriente del estado, donde existen aproximadamente 13 mil hectáreas dedicadas a este cultivo.
Ramírez Bedolla señaló además que Michoacán ocupa el tercer lugar nacional en producción de frambuesa y arándano, el cuarto en agave mezcalero, y el sexto en mango y plátano, lo cual refleja la diversificación y el alto valor comercial de la producción agrícola michoacana.
No obstante, tanto autoridades de agricultura como de medio ambiente han alertado sobre la presión que esta intensa actividad agrícola ejerce sobre los recursos hídricos y el entorno natural. Se hizo un llamado urgente a implementar prácticas agrícolas sostenibles, tecnificación del riego, y mayor coordinación entre productores, gobiernos y sociedad civil para proteger los ecosistemas de la entidad.
El gobierno estatal reiteró su compromiso de seguir apoyando al sector agropecuario con infraestructura, financiamiento y capacitación, pero bajo un enfoque de sustentabilidad. “La industria agropecuaria es una de las fuentes de empleo más importantes para el estado, pero también debemos cuidar el agua, el suelo y los bosques”, afirmó el mandatario.
Michoacán se posiciona como un ejemplo de cómo el campo puede ser motor de desarrollo económico, siempre que se combine con políticas públicas responsables que garanticen el equilibrio entre producción y medio ambiente.