Sheinbaum minimiza polémica y reafirma respeto institucional

Ciudad de México. — Con firmeza y serenidad, la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, restó importancia a las declaraciones recientes del coordinador de los diputados de Morena, Ricardo Monreal, quien expresó su inconformidad por el lugar en el que fue ubicado durante la presentación del Primer Informe de Gobierno, realizado este domingo en el Zócalo capitalino.

Al ser cuestionada al respecto, la mandataria nacional respondió con claridad: “Son chismes, no tiene nada de malo cómo se acomoda la gente”. Con esta declaración, Sheinbaum dejó claro que su gobierno no se distrae con temas menores y sigue enfocado en los grandes objetivos de transformación y justicia social que el pueblo de México demanda.

La presidenta subrayó que en actos multitudinarios como el del domingo, donde miles de personas abarrotaron la Plaza de la Constitución y calles aledañas para respaldar el proyecto de la Cuarta Transformación, la logística y organización responden a criterios prácticos y no a cuestiones personales o políticas. Su respuesta evidencia el carácter conciliador y enfocado de su administración, que privilegia la unidad y la institucionalidad por encima de la polémica.

Por otro lado, Sheinbaum también abordó con sensibilidad un tema de índole personal y humano: el fallecimiento de Víctor Cruz Russek, esposo de la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván. Informó que no tuvo oportunidad de hablar con la mandataria estatal durante el evento, pero adelantó que este lunes establecería contacto directo con ella para expresarle personalmente su más sentido pésame.

Este gesto reafirma el compromiso de la presidenta con la civilidad, el respeto entre poderes y la sensibilidad que caracteriza su trato con todas y todos, sin distinciones partidistas, especialmente en momentos difíciles.

Con esta actitud, Claudia Sheinbaum continúa demostrando liderazgo, firmeza y respeto a la pluralidad, pilares fundamentales de un gobierno comprometido con el bienestar común y el fortalecimiento de la democracia. En lugar de alimentar polémicas, la mandataria nacional elige el camino del trabajo, la empatía y la responsabilidad institucional, poniendo siempre en primer lugar los intereses del pueblo mexicano.