Histórica toma de protesta en el Senado: nueva Suprema Corte rinde juramento ante la nación

Ciudad de México. — En una noche cargada de simbolismo, unidad y esperanza, el Senado de la República fue escenario de un momento trascendental para la vida pública del país: la toma de protesta de los nuevos ministros y ministras que integrarán la renovada Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Entre vítores, aplausos y una alta expectación, los nueve integrantes del máximo tribunal juraron hacer respetar la Constitución y servir con dignidad al pueblo de México.

La sesión solemne fue encabezada por la presidenta del Senado, Laura Itzel Castillo, y contó con la distinguida presencia de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, en representación de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, así como de la consejera jurídica del Ejecutivo, Ernestina Godoy, y la presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Mónica Soto Fregoso. También asistieron diversas figuras del ámbito político y social, reafirmando el respaldo institucional a este nuevo capítulo de la justicia mexicana.

Hugo Aguilar Ortiz, quien presidirá la SCJN por los próximos dos años, fue recibido con aplausos y gritos de “¡presidente, presidente!” al ingresar al recinto, portando un elegante traje negro con detalles dorados de inspiración indígena. Junto a él, Lenia Batres, Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf, María Estela Ríos González, Giovanni Azael Figueroa Mejía, Irving Espinosa Betanzo, Sara Irene Herrerías y Arístides Rodrigo Guerrero —quien fue especialmente ovacionado por asistir en silla de ruedas mientras se recupera de un accidente—, tomaron protesta en una ceremonia que marca un parteaguas en la impartición de justicia en México.

La presidenta del Senado subrayó la trascendencia del momento: “Esta histórica toma de protesta marca el inicio de una nueva etapa de cercanía, legitimidad y justicia para el pueblo mexicano. Hoy, la justicia comienza a hablar con voz ciudadana”.

Con esta renovación, el Poder Judicial adopta una nueva legitimidad democrática al haber sido los juzgadores electos por voto popular. La noche también fue testigo del juramento de 872 jueces, magistrados y magistradas del Tribunal de Disciplina Judicial, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), magistrados de circuito y jueces de distrito, quienes, uno a uno, se comprometieron a impartir justicia de manera pronta, imparcial y cercana al pueblo.

Los legisladores del bloque de la Cuarta Transformación celebraron este momento como la culminación de una demanda histórica: democratizar la justicia y hacer del Poder Judicial una institución verdaderamente del pueblo. El senador Alberto Anaya lo expresó con claridad: “Ustedes tienen una gran responsabilidad con la gente, que los eligió con la esperanza de que brindarán justicia sin cargar la balanza a favor de los poderosos”.

Aunque voces opositoras intentaron deslegitimar el proceso, la mayoría parlamentaria respondió con firmeza y recordó que por primera vez en la historia de México, los jueces y ministros fueron elegidos por el pueblo, y no designados por cuotas o intereses ajenos al bienestar nacional.

La noche concluyó con la instalación oficial de la Suprema Corte, encabezada por la secretaria de Gobernación y los nuevos ministros, dando inicio a una etapa inédita en la que la justicia caminará con mayor legitimidad, transparencia y compromiso con los más altos valores del pueblo mexicano.