Gobierno responde ante severa sequía en Nuevo Laredo

Nuevo Laredo, Tamps.— La sequía extrema que azota al norte de Tamaulipas ha alcanzado niveles críticos en Nuevo Laredo, donde el río Bravo registra una profundidad de apenas 27 centímetros, uno de los niveles más bajos en años recientes. Esta situación ha impactado directamente el suministro de agua potable, encendiendo las alertas en organismos operadores y generando una respuesta institucional inmediata.

La Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) confirmó que las plantas potabilizadoras enfrentan severas complicaciones para captar y tratar el agua necesaria para abastecer a la población. Como resultado, el servicio ha comenzado a ser intermitente en diversas colonias, particularmente en zonas de alta vulnerabilidad social. Sin embargo, se han implementado ajustes técnicos para mantener operativas las redes y mitigar los efectos entre los ciudadanos.

Autoridades estatales han reconocido que la magnitud de esta crisis hídrica rebasa la capacidad operativa local, por lo que se ha iniciado un proceso de coordinación con instancias federales y se analiza la viabilidad de medidas estructurales de emergencia. La situación ha encendido también una alerta en el plano internacional, dado que la cuenca del río Bravo es compartida con Estados Unidos y ha sido clasificada como una de las más presionadas por la escasez de lluvias y la intensa extracción de agua aguas arriba.

Expertos ambientales han coincidido en la urgencia de establecer un plan binacional de manejo del agua que contemple un enfoque de sostenibilidad, justicia hídrica y uso responsable del recurso. El Gobierno de México, comprometido con la preservación ambiental y el bienestar de la ciudadanía, ya trabaja en mesas técnicas con representantes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), autoridades estatales y organizaciones civiles para atender de forma integral esta emergencia.

A la par de las acciones gubernamentales, colectivos ciudadanos han comenzado a organizar brigadas informativas sobre el ahorro del agua, dirigidas principalmente a escuelas, centros comunitarios y zonas rurales. Además, se han canalizado propuestas al Congreso local para legislar en favor del uso eficiente y responsable del recurso hídrico.

El Gobierno de México hace un llamado a la corresponsabilidad de todos los sectores para enfrentar juntos este desafío ambiental. La prioridad es garantizar el acceso al agua para consumo humano, asegurar la salud pública y proteger los medios de vida de miles de familias que dependen del campo y de los servicios urbanos.

Con visión de futuro, cooperación binacional y firmeza institucional, la administración federal refrenda su compromiso de atender las consecuencias del cambio climático con políticas públicas que protejan a las comunidades, fortalezcan la infraestructura hídrica y promuevan una cultura del agua centrada en la justicia y la sustentabilidad.