Respuesta inmediata y acciones sanitarias tras inundaciones en Naucalpan
Naucalpan, Estado de México. Luego del desbordamiento del río Verde, también conocido como Los Cuartos, que afectó al menos 50 viviendas en la colonia Nueva San Rafael, el Gobierno de México y autoridades locales han emprendido una respuesta coordinada para atender a las familias damnificadas, implementar medidas sanitarias y evaluar la infraestructura dañada, reafirmando el compromiso con la protección civil y la salud pública.

El fenómeno, ocurrido la tarde del domingo, causó el ingreso repentino de aguas residuales y espuma maloliente a las casas por coladeras y sanitarios. Los niveles alcanzaron entre 30 y 50 centímetros de altura, aunque la espuma en algunos casos superó los dos metros. Entre los afectados se encuentran vecinos como Guadalupe González García y Antonio Reyes Marín, quienes por segundo año consecutivo perdieron parte de su patrimonio.
Desde las primeras horas del lunes, brigadas del municipio comenzaron un censo casa por casa para registrar los daños y garantizar la entrega de apoyos, con la esperanza de resarcir lo perdido. En la zona también se desplegaron cuadrillas del Grupo Tláloc de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), quienes realizaron labores de limpieza, desinfección y retiro de escombros. En apenas dos días se extrajeron 35 toneladas de basura del cauce del río Verde.
El alcalde de Naucalpan, Isaac Montoya, informó que personal especializado analiza las causas de la espuma generada durante la inundación. Técnicos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) señalan que la mezcla de aguas residuales, detergentes y la alta velocidad de las corrientes habría provocado una reacción química que derivó en la formación de dicha espuma.
Citlaly Peraza, directora general del Organismo de Cuenca de Aguas del Valle de México, indicó que la espuma se originó por contaminantes presentes en el cauce, como bacterias filamentosas, materia orgánica y residuos domésticos. Aclaró que el cauce no se desbordó y que los trabajos realizados desde febrero por Conagua, como el retiro de un tapón de basura de 700 toneladas, evitaron una tragedia mayor.
Para salvaguardar la salud de los habitantes, la Secretaría de Salud del Estado de México desplegó dos puntos de vacunación en la zona, aplicando dosis contra neumococo, hepatitis B, rubéola, sarampión y tétanos, además de entregar desparasitantes, pastillas para desinfección de agua y atención médica general.
El director del Organismo Municipal de Agua, Ricardo Gudiño, explicó que la falta de un colector principal ha obligado a que las descargas domésticas se viertan directamente a ríos y barrancas. Esto, junto con el crecimiento abrupto del caudal, propició que las aguas retornaran por el sistema de drenaje, causando anegamientos en viviendas situadas debajo del nivel del río.
Las autoridades continúan supervisando los daños estructurales en al menos seis viviendas, tres de las cuales deberán ser evacuadas por socavones en sus cimientos. Mientras tanto, se mantiene la vigilancia en el cauce del río y la atención a la población afectada, con el firme objetivo de garantizar su seguridad y restablecer las condiciones sanitarias en la comunidad.
El Gobierno de México reafirma su compromiso de actuar con prontitud, transparencia y sensibilidad social para proteger la integridad y el bienestar de todas las familias afectadas por este fenómeno.