Condena nacional por maltrato animal en festividad de Xichú

Xichú, Gto.— La comunidad de El Guamúchil, ubicada en el alejado municipio de Xichú, Guanajuato, ha causado indignación a nivel estatal y nacional tras difundirse en redes sociales una práctica festiva que incurre en un grave acto de maltrato animal: amarrar cohetes a gatos vivos. Esta actividad, contraria a los principios éticos y legales de protección animal, se lleva a cabo en un ruedo ante la presencia de habitantes locales, pese a que el maltrato a seres sintientes está tipificado como delito en el Código Penal del estado.

Xichú, enclavado en la Sierra Gorda, una región reconocida como Reserva de la Biósfera, es uno de los municipios más remotos de Guanajuato. Esta condición geográfica, sin embargo, no debe ser excusa para permitir prácticas que atentan contra la vida y la dignidad de los animales. Las imágenes difundidas han causado conmoción, pues muestran un espectáculo arcaico y cruel que contradice el marco legal vigente y el respeto hacia la vida animal.

Organizaciones protectoras de animales han exigido una pronta intervención de las autoridades, así como una investigación exhaustiva que derive en sanciones ejemplares contra quienes resulten responsables de estos actos. Hasta el momento se desconoce si esta práctica ha causado la muerte o mutilación de gatos, pero se han encendido las alertas sobre el sufrimiento que los animales pudieran haber padecido.

El marco legal en Guanajuato es claro: el artículo 297 del Código Penal establece que “al que dolosamente cause la muerte de un animal vertebrado, se le impondrá de seis meses a dos años de prisión y de sesenta a trescientos días multa”. Además, si la muerte es causada con métodos que provoquen un grave sufrimiento, las penas se incrementan hasta en una mitad. Por su parte, el artículo 298 dicta que “al que dolosamente cause la mutilación orgánicamente grave de un animal vertebrado, se le impondrá de dos a seis meses de prisión y de veinte a sesenta días multa”.

Frente a esta alarmante situación, la sociedad civil organizada y ciudadanos conscientes hacen un llamado enérgico a las autoridades municipales, estatales y a la Fiscalía General del Estado para actuar de forma inmediata. Es indispensable que se garantice el respeto a los derechos de los animales y se detengan prácticas que ya no tienen cabida en una sociedad moderna y empática.

El Gobierno de México ha sido enfático en su compromiso con el bienestar animal, y esta situación representa una oportunidad para fortalecer el Estado de derecho en todo el territorio nacional, sin importar lo remoto del municipio o lo arraigada de una supuesta tradición. El maltrato animal no puede ni debe justificarse bajo ninguna circunstancia.

El llamado es claro: justicia para los animales, respeto a la vida y castigo a quienes perpetúan el sufrimiento en nombre de la costumbre.