Flujo migratorio disminuye en Sonora, pero persisten necesidades de atención humanitaria
Hermosillo, Son. A poco más de 100 días del inicio de la administración del presidente estadounidense Donald Trump, el flujo migratorio hacia la frontera norte ha registrado una disminución significativa en Sonora. De acuerdo con cifras oficiales, el tránsito de personas migrantes ha caído más del 50 por ciento, aunque especialistas advierten que este descenso no implica necesariamente una reducción en el número de personas en situación de movilidad.

En Hermosillo, una ciudad históricamente considerada punto de paso, los albergues presentan actualmente baja ocupación. La doctora Gloria Ciria Valdez Correa, investigadora del Colegio de Sonora y directora del Seminario Niñez Migrante, señaló que muchos migrantes no han dejado de salir de sus países de origen, sino que se encuentran en espera o dispersos, en condiciones que dificultan su visibilidad en los registros oficiales.
Valdez, quien recorre regularmente los centros de atención humanitaria, indicó que en las últimas semanas algunos espacios como el albergue de la Oficina de Atención al Migrante han permanecido vacíos, y otros como Tin O’toch reportan apenas la llegada de uno o dos menores por semana.
Diversos factores explican este cambio en la dinámica migratoria, entre ellos el endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos, mayores controles dentro del territorio mexicano y una percepción creciente de riesgo entre las familias migrantes.
A pesar de la disminución en el flujo visible, la atención humanitaria se mantiene. Según el Sistema DIF Sonora, en lo que va de 2024 han sido atendidos cerca de 600 niñas, niños y adolescentes migrantes —acompañados y no acompañados— en centros ubicados en Hermosillo, Nogales y San Luis Río Colorado. La mayoría proviene de Centroamérica, aunque también se ha registrado la llegada de personas de otras regiones, como Sudamérica, África y Asia.
El procurador de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes en Sonora, Jorge Yeomans Rosas, indicó que durante el año el sistema estatal ha brindado asistencia a más de 4 mil personas en contexto de movilidad, incluyendo grupos familiares. Aunque los flujos han bajado, aseguró que la infraestructura de atención se mantiene activa ante posibles incrementos en la segunda mitad del año.
En el ámbito fronterizo, Nogales continúa como el principal punto de repatriación en el estado, según reportes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos. Hermosillo, por su parte, sigue desempeñando un papel relevante como punto intermedio o de espera en la ruta migratoria.
A nivel estatal, Sonora continúa siendo una de las entidades con mayor actividad migratoria, tanto por su cercanía con la frontera como por su papel como corredor humanitario. El fenómeno no ha cesado, pero ha adoptado nuevas formas que requieren una atención constante y coordinada para garantizar los derechos y la seguridad de quienes transitan por el territorio.