Sheinbaum rechaza injerencia militar de Trump en México

Ciudad de México.— En una firme y patriótica defensa de la soberanía nacional, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó categóricamente la propuesta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para permitir la intervención de tropas estadounidenses en territorio mexicano con el argumento de combatir al narcotráfico. La mandataria sostuvo que permitir la operación de fuerzas armadas extranjeras dentro del país “sería ir demasiado lejos”, reafirmando así su compromiso con los principios constitucionales de autodeterminación y no intervención.

La declaración de Sheinbaum se dio luego de que el propio Trump confirmara, en declaraciones a periodistas a bordo del avión presidencial, que presionó personalmente a la presidenta mexicana durante una conversación telefónica el mes pasado para que aceptara una mayor participación militar de Estados Unidos en México. Según reveló el diario The New York Times, el magnate argumentó que “los cárteles son gente horrible que ha estado matando gente a diestra y siniestra” y que “sería un honor intervenir”.

En un tono despectivo y desafortunado, Trump afirmó que Sheinbaum “tiene tanto miedo de los cárteles que no puede ni caminar” y cuestionó su capacidad de decisión. No obstante, en un acto de firmeza, la presidenta mexicana se mantuvo en su postura de rechazar cualquier tipo de injerencia extranjera, subrayando que la lucha contra el crimen organizado debe seguir siendo una responsabilidad soberana del Estado mexicano.

Este nuevo episodio de tensión entre ambos mandatarios se da en un contexto en el que Estados Unidos ha incrementado su presencia militar en la frontera sur, bajo la dirección del Mando Norte, que ha enviado más personal, equipo y vuelos de vigilancia con el argumento de monitorear el tráfico de fentanilo. Además, Washington ha buscado ampliar la autoridad de sus fuerzas especiales para colaborar más estrechamente con el ejército mexicano, lo que ha sido recibido con recelo por parte del Gobierno de México.

Cabe recordar que, en febrero pasado, Trump clasificó a varios cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras, una medida que le permite destinar mayores recursos a la seguridad interna estadounidense, pero que también genera riesgos diplomáticos por sus implicaciones intervencionistas.

Pese a los esfuerzos de cooperación bilateral en temas como migración y comercio, las presiones del gobierno de Trump por asumir un rol directo en el combate al narcotráfico dentro de territorio mexicano podrían escalar en una nueva fuente de fricción entre ambos países. Frente a ello, la presidenta Sheinbaum ha reiterado que México tiene la capacidad institucional para combatir al crimen organizado con base en sus propias leyes, estrategias y soberanía.

Con esta postura, el Gobierno de México reafirma su compromiso con una política exterior digna, de respeto mutuo y cooperación entre iguales, sin someterse a presiones externas ni poner en riesgo la integridad del país ni la dignidad de sus instituciones.