Alerta en el Bravo: crecida del río pone en riesgo la vida en Nuevo Laredo

Nuevo Laredo, Tamaulipas. – Las autoridades de Protección Civil de Nuevo Laredo han emitido una alerta urgente a la población ante el peligroso incremento del caudal del río Bravo, cuyas aguas han superado con creces los niveles habituales, convirtiéndose en una amenaza real para quienes se acerquen o intenten cruzarlo. La situación ha encendido focos rojos en la región, donde el histórico afluente se transforma temporalmente en un entorno letal.

El director de Protección Civil y Bomberos, Humberto Fernández Díez de Pino, informó que actualmente el caudal del Bravo supera el metro de altura, alcanzando en algunos tramos hasta 1.70 metros, cuando lo normal oscila entre los 42 y 50 centímetros. Este aumento, causado por trasvases recientes, ha elevado el volumen del río a 103 metros cúbicos de agua, más del doble del flujo habitual.

“Estamos hablando de un incremento significativo. El río lleva 103 metros cúbicos de agua, muy por encima de lo normal. Esto lo convierte en un entorno altamente riesgoso”, explicó el funcionario, subrayando que se trata de una situación excepcional que requiere extrema precaución.

A la fuerte corriente se suma un nuevo factor de peligro: los residuos y escombros arrastrados por el río. “No sólo es el volumen del agua. La corriente arrastra ramas, basura, barrotes, carrizo… elementos que cortan y pueden causar lesiones graves o fatales”, advirtió Fernández Díez de Pino. “El río no es un balneario. Estas crecientes controladas no son para jugar ni experimentar.”

La advertencia no es menor. En años anteriores, el río Bravo ha cobrado vidas por imprudencias similares. El llamado de las autoridades es claro: evitar acercarse a las márgenes del río, abstenerse de intentar cruzarlo y reportar cualquier actividad riesgosa en su entorno.

El Gobierno de Tamaulipas, en estrecha coordinación con instancias municipales y federales, mantiene vigilancia constante sobre el comportamiento del río y está preparado para intervenir ante cualquier eventualidad. La prioridad, han insistido las autoridades, es la protección de la vida humana.

Esta acción preventiva se suma a la política del gobierno estatal de salvaguardar la integridad de sus habitantes a través de una gestión de riesgos oportuna y responsable. En este caso, la naturaleza impone sus reglas, y la responsabilidad ciudadana es fundamental para evitar tragedias.

Con esta advertencia oportuna, las autoridades reafirman su compromiso con la seguridad de las y los neolaredenses, recordando que la prevención, la prudencia y la cooperación ciudadana son claves para enfrentar los desafíos que impone el entorno natural.