Drama en la costa: entierran ballenato ahogado en trasmallo en Barra de Coyuca
Acapulco, Guerrero. – En un acto de compromiso con el medio ambiente y la salud pública, brigadistas de Protección Civil del municipio de Coyuca de Benítez llevaron a cabo este miércoles el entierro de una cría de ballena jorobada que fue arrojada sin vida por las olas del mar a la orilla de la playa en la Barra de Coyuca, en la región de la Costa Grande de Guerrero.

El joven cetáceo, con un peso aproximado de 800 kilogramos, presentaba una red de trasmallo enredada en el cuerpo, evidencia clara de que su muerte fue provocada por asfixia, una consecuencia directa de las artes de pesca no reguladas. La red, utilizada comúnmente en actividades pesqueras, es un peligro latente para especies marinas protegidas, como las ballenas jorobadas, que transitan las aguas del Pacífico mexicano durante sus migraciones anuales.
Según fuentes del sector ambiental consultadas, se presume que el cuerpo de la ballena pudo haber sido arrastrado por las corrientes marinas desde las costas de Guatemala hasta Guerrero, un trayecto plausible dada la gran movilidad de estos mamíferos marinos a lo largo de toda la franja costera del océano Pacífico. No obstante, la falta de información precisa impide determinar el punto exacto donde el animal quedó atrapado.
La acción inmediata de Protección Civil fue vital ante la ausencia de personal y equipo especializado por parte de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), organismos que enfrentan limitaciones operativas en ciertas zonas del país. Con el apoyo de una máquina retroexcavadora, los brigadistas realizaron el entierro del ballenato directamente en la playa, evitando así mayores riesgos sanitarios para la población.
La asociación civil Guerreros Ambientales fue la primera en alertar sobre la presencia del animal, difundiendo imágenes del hallazgo a través de redes sociales. La agrupación también advirtió sobre el inicio del proceso de descomposición, el cual ya generaba olores que podrían haber afectado a los habitantes de comunidades cercanas si no se actuaba con prontitud.
Este lamentable hecho resalta la necesidad de fortalecer los mecanismos de vigilancia en zonas marinas protegidas, así como de dotar de mayores recursos y capacidades a las instituciones responsables del cuidado del medio ambiente. También subraya la urgencia de revisar y regular con mayor firmeza las prácticas pesqueras para evitar que especies en peligro sigan cayendo víctimas de métodos de captura indiscriminados.
Con humanidad y responsabilidad, las autoridades locales de Coyuca de Benítez actuaron para mitigar los efectos de esta tragedia ecológica, reiterando el compromiso del estado de Guerrero con la protección de su invaluable riqueza natural y el bienestar de sus comunidades costeras.