México exige respeto a derechos humanos ante nueva base militar de EE.UU. en la frontera

Ciudad de México.– Ante el reciente anuncio del gobierno de Estados Unidos sobre la instalación de una base militar en su franja fronteriza con México, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo fijó una postura firme y clara: el respeto a los derechos humanos, en especial de los mexicanos que cruzan la frontera, debe ser garantizado por parte del país vecino. Esta declaración fue acompañada por el envío de una nota diplomática, reflejo del compromiso de la Cuarta Transformación con la defensa de los derechos de sus ciudadanos y la soberanía nacional.

“Enviamos una nota diplomática en el sentido de que es una decisión de ellos, autónoma, de su propio territorio en la frontera”, explicó la mandataria, reconociendo la soberanía estadounidense sobre su espacio, pero sin dejar de subrayar la necesidad de mantener el marco de cooperación que ha prevalecido hasta ahora. “Lo que pedimos siempre es respeto y coordinación”, añadió, reafirmando la postura responsable y dialogante del gobierno mexicano.

Sheinbaum destacó que esta medida debe ser evaluada con cuidado, sobre todo considerando antecedentes históricos. “Es algo importante en términos de qué ha pasado en otras ocasiones”, advirtió, al recordar que la militarización de la frontera no es nueva y que ha tenido implicaciones delicadas para los derechos humanos, especialmente en lo que respecta al trato hacia migrantes, muchos de ellos mexicanos.

La presidenta fue enfática al señalar que México no interferirá en las decisiones internas de Estados Unidos, pero sí exigirá que esas acciones no deriven en violaciones a los derechos fundamentales ni en actos de discriminación. Desde Palacio Nacional, Sheinbaum dejó claro que la política exterior de su administración seguirá siendo la de la diplomacia activa, que privilegia el diálogo, pero también la defensa de los principios fundamentales del país.

El envío de la nota diplomática forma parte de un protocolo institucional que reafirma la seriedad con la que México encara cualquier decisión que pueda afectar a sus ciudadanos, incluso cuando esta ocurra fuera de su territorio. La mandataria reiteró que se mantendrá abierta la vía de la colaboración, especialmente en materia de seguridad, en beneficio de ambas naciones.

Con esta respuesta firme y digna, el gobierno de Claudia Sheinbaum continúa demostrando su compromiso con una política exterior soberana, responsable y centrada en los derechos humanos. México no sólo defiende sus intereses en el escenario internacional, sino que también alza la voz cuando se trata de proteger a sus ciudadanos, sin caer en confrontaciones innecesarias, pero con claridad y determinación.