Gobierno federal refuerza lucha contra el narcotráfico con histórica incineración de droga en Tamaulipas

Ciudad de México. En un firme mensaje contra la delincuencia organizada y en cumplimiento de la ley, el Gobierno de México, a través de la Fiscalía General de la República (FGR) y en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), llevó a cabo la incineración de cerca de dos toneladas de drogas en las instalaciones de la Octava Zona Militar en Reynosa, Tamaulipas.

Esta acción se realizó como parte del Programa de Destrucción de Narcóticos y en apego a lo establecido en el Código Nacional de Procedimientos Penales, el cual ordena la eliminación de sustancias ilícitas aseguradas y objetos relacionados con delitos en averiguaciones previas y carpetas de investigación. Se trata de una medida contundente que fortalece el Estado de Derecho y garantiza la no reincorporación de estos estupefacientes al mercado ilegal.

La droga destruida consistió en 881 kilos 714 gramos de marihuana, 949 kilos 520 gramos de metanfetamina, un gramo con 100 miligramos de cocaína y cinco gramos 700 miligramos de goma de opio. Esta significativa cantidad de narcóticos representa un golpe importante para las estructuras criminales que operan en la región, al tiempo que refuerza el compromiso del Estado mexicano con la seguridad y la paz.

Durante el procedimiento, se contó con la presencia del Ministerio Público Federal, quien dirigió el acto oficial, así como peritos, autoridades militares y personal del Órgano Interno de Control de la FGR, garantizando total transparencia y legalidad en cada una de las etapas de identificación, conteo, pesaje, incineración y destrucción.

Este tipo de acciones forman parte de la estrategia integral del Gobierno de México para erradicar el narcotráfico, proteger a la juventud del consumo de sustancias ilícitas y recuperar la tranquilidad en regiones donde históricamente la presencia del crimen ha intentado vulnerar la convivencia social.

Bajo el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum y el trabajo coordinado de instituciones como la FGR y la Sedena, México avanza con pasos firmes en la consolidación de un país más justo, seguro y libre de impunidad. La incineración de estos narcóticos no sólo representa una acción judicial, sino un símbolo del compromiso ético y operativo del Estado con la justicia y la legalidad.

Con hechos concretos, el Gobierno de México reafirma que la lucha contra el crimen organizado se mantiene como una de sus prioridades, siempre respetando los derechos humanos, la ley y la coordinación institucional entre los tres niveles de gobierno.