México resiente impacto de incertidumbre arancelaria y cae en atractivo para la inversión extranjera

Ciudad de México. La incertidumbre generada por el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y su política arancelaria ya empieza a tener efectos tangibles sobre la percepción internacional de México como destino de inversión. De acuerdo con el Índice de Confianza de Inversión Extranjera 2025 de la firma global Kearney, México cayó del sitio 21 al 25 en el ranking de las economías más atractivas para la inversión extranjera directa (IED), colocándose al final del listado de este año.

Este retroceso se da justo un año después de que el país regresara al ranking tras una ausencia de cuatro años, lo que subraya la volatilidad del entorno internacional y su impacto en las decisiones económicas. El índice, que anualmente evalúa la confianza de los inversionistas en los mercados globales, considera variables como estabilidad política, apertura al comercio, regulación y expectativas de crecimiento económico.

Omar Troncoso, director general de Kearney México, explicó que aunque México mantiene cierto atractivo por la reinversión de utilidades y su potencial de crecimiento, las condiciones externas están incidiendo de manera significativa. “Trump puede mover la aguja de los inversionistas, fácilmente”, comentó Troncoso, al referirse al efecto inmediato que ha tenido la reelección del mandatario estadounidense en los planes de inversión.

Según datos del propio índice, antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el 84 por ciento de los inversionistas tenía previsto inyectar capital en México durante los próximos tres años. Sin embargo, con el regreso de Trump y la sombra de nuevas barreras comerciales, la intención de inversión ya no puede ser cuantificada con certeza, reflejo de una creciente cautela en los mercados.

Mientras México cae, otras potencias consolidadas refuerzan su posición. Estados Unidos y Canadá encabezan el índice ocupando el primero y segundo lugar, respectivamente. El Reino Unido, a pesar del complejo entorno post-Brexit, avanzó un escalón hasta posicionarse en el tercer sitio, y Japón sorprendió con un salto de cuatro posiciones para colocarse en el cuarto lugar. Por su parte, China experimentó una baja notable, descendiendo del tercer al sexto puesto, lo que refleja también un cambio en la dinámica de confianza global.

Este panorama supone un llamado de atención para el entorno económico mexicano, que pese a contar con ventajas estructurales como su cercanía con Estados Unidos y su participación en tratados comerciales clave como el T-MEC, enfrenta el reto de mantener certidumbre y estabilidad ante los vaivenes políticos internacionales.

La caída en el ranking no implica un colapso de la inversión, pero sí un alerta para redoblar esfuerzos en política económica, fortalecimiento del Estado de derecho y promoción internacional. La capacidad de México para responder a este entorno desafiante será determinante para recuperar terreno como un destino confiable y competitivo para la inversión global.