Jóvenes en México y el desafío del empleo digno

En México, 15.6 millones de jóvenes están en edad de trabajar; sin embargo, más de la mitad de ellos, alrededor de 8 millones, lo hace en condiciones de precariedad, sin acceso a seguridad social ni ingresos suficientes. Esta alarmante situación, denunciada por la organización YouthBuild México, refleja barreras estructurales que colocan a la juventud en desventaja dentro del mercado laboral.

Durante la presentación del Tercer Reporte de Jóvenes Oportunidad, Luis Carlos Sánchez, coordinador de Conocimiento de YouthBuild México, señaló que 7.6 millones de jóvenes carecen de un ingreso adecuado o acceso a seguridad social, mientras que 4.4 millones no estudian ni trabajan, y 3.1 millones se encuentran en situación de pobreza por ingresos. Además, el 50% de los jóvenes empleados labora jornadas excesivas de más de 48 horas a la semana, lo que contraviene la Ley Federal del Trabajo.

Este problema es más profundo en aquellos que no cuentan con estudios universitarios. Los estados con mayor concentración de jóvenes en estas condiciones son el Estado de México, Puebla, Guanajuato, Ciudad de México y Veracruz. Por sector, el comercio es el principal empleador juvenil, seguido por la industria manufacturera, la agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca.

Paulina Sánchez-Guadarrama, directora de YouthBuild México, destacó la urgencia de establecer políticas públicas que aseguren empleos dignos, salarios justos y jornadas laborales reguladas para los jóvenes. En este sentido, la organización propuso la creación de un sistema nacional de cuidados para fomentar el empleo de mujeres jóvenes y mejorar el programa Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF), un programa clave del Gobierno de México en el apoyo a la inserción laboral juvenil.

Uno de los planteamientos centrales es la necesidad de ajustar el monto del apoyo económico del JCF para evitar que se convierta en un incentivo para el abandono escolar. Actualmente, el apoyo llega a ser hasta siete veces mayor que las becas de educación media superior, lo que podría desmotivar la continuidad en la formación académica.

Claudia Maldonado Trujillo, miembro del Coneval, coincidió en que el programa Jóvenes Construyendo el Futuro ha sido un esfuerzo en la dirección correcta, aunque señaló que ha carecido de un diagnóstico preciso sobre sus resultados y de mecanismos efectivos para vincular a los jóvenes con centros de trabajo que les ofrezcan oportunidades reales de desarrollo profesional.

Uno de los factores que más afectan la inserción laboral de los jóvenes es la pobreza, que impacta a más de una tercera parte de este sector de la población. Además, el abandono escolar sigue siendo una barrera significativa, con solo el 56% de los jóvenes cursando educación media superior y el 22% en situación de rezago educativo.

Asimismo, se destacó la brecha de género en el empleo juvenil. De los 15.6 millones de jóvenes en edad de trabajar, 8.2 millones son mujeres, de las cuales el 34.7% enfrenta dificultades para acceder al empleo debido a la carga de trabajo doméstico y de cuidados.

Frente a este panorama, la implementación de políticas públicas que fomenten empleos de calidad y mejoren la regulación laboral juvenil es una prioridad. La optimización de programas como Jóvenes Construyendo el Futuro y la creación de un sistema de cuidados podrían ser medidas clave para revertir la precariedad en la que actualmente se encuentra gran parte de la juventud mexicana.