México apuesta al diálogo ante incertidumbre comercial con EE.UU.

El reciente anuncio del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre el aplazamiento de los aranceles a productos mexicanos ha generado inquietud en el sector privado de México. Aunque la medida evita un impacto inmediato, empresarios y transportistas advierten que la incertidumbre persiste y que las inversiones en el país siguen en pausa.

La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) expresó su preocupación a través de la red social X, destacando que la postergación de la medida no resuelve el problema de fondo. “Instamos a las autoridades de ambos países a trabajar en soluciones de largo plazo que brinden certeza y estabilidad al comercio, sin recurrir a medidas que afecten la inversión y el empleo”, señaló el organismo.

México es actualmente el principal socio comercial de Estados Unidos, con una participación del 15.9% en su comercio total durante 2024. La imposición de aranceles afectaría la competitividad y dinamismo económico de la región, razón por la cual el sector privado ha hecho un llamado urgente para priorizar el diálogo y evitar decisiones unilaterales que pongan en riesgo el bienestar de millones de familias.

El impacto de la incertidumbre ya se siente en diversas industrias, especialmente en el transporte de carga. Durante la inauguración de la primera electrolinera para transporte pesado en Tultitlán, Estado de México, Miguel Ángel Martínez Millán, presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), externó la preocupación del sector. “Nos tiene muy asustados a todos, porque de seguir adelante con esta política sería un impacto muy grande para la economía del país y también ellos van a tener un daño, porque al final del día es inflacionario”, afirmó.

Martínez Millán explicó que las recientes políticas de Estados Unidos han complicado el comercio transfronterizo, incrementando los tiempos de espera en las aduanas debido a inspecciones más estrictas. Esto ha ralentizado el flujo de mercancías y ha generado costos adicionales para la industria.

Sobre el impacto económico, el líder transportista advirtió que cualquier incremento en los aranceles sería perjudicial. “Si bien un 25% es una locura, cualquier número, aunque sea de un solo dígito, ya es delicado y peligroso porque muchas industrias dependen del intercambio comercial con Estados Unidos”, explicó.

Además, destacó que el sector enfrenta retos estructurales como la antigüedad de la flota de transporte, lo que ha paralizado inversiones en la compra de nuevos camiones. En este contexto, reconoció la importancia de las medidas implementadas por el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, como el sello Hecho en México, que busca fortalecer la industria nacional y generar mayor confianza en el mercado.

Mientras tanto, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) aún no han emitido una postura oficial sobre la situación.

Ante este panorama, el gobierno de México sigue apostando por el diálogo y la cooperación internacional para mantener la estabilidad económica y garantizar que las relaciones comerciales con Estados Unidos se mantengan en beneficio de ambas naciones.