Bancos de América Latina enfrentan panorama retador pese a estabilidad económica

Los bancos de América Latina y el Caribe mantienen un escenario operativo estable impulsado por el crecimiento económico de México, según el informe Factores crediticios clave 2025 de la calificadora Moody’s. Sin embargo, el análisis advierte que la región podría enfrentar desafíos significativos si los riesgos geopolíticos y la incertidumbre política interna continúan creciendo.

A pesar de que la liquidez y la capitalización de los bancos se encuentran en niveles sólidos, factores como las tasas de interés elevadas, la baja confianza de consumidores y empresas, y los entornos políticos volátiles limitarán el crecimiento del crédito en 2025. Moody’s estima que este crecimiento será modesto, aunque sostenido, gracias al enfoque estratégico en clientes de largo plazo y de alto poder adquisitivo.

La calificadora destacó que el riesgo crediticio, aunque elevado en años recientes, tiende a normalizarse. En los últimos 18 meses, las instituciones bancarias de la región han reforzado sus esfuerzos para reducir la morosidad mediante la originación de carteras más seguras y mejor estructuradas. Sin embargo, advirtió que factores externos como la inflación, el empleo y el crecimiento económico, que podrían verse afectados por tensiones comerciales o conflictos geopolíticos, representan una amenaza para esta tendencia positiva.

En términos de cartera vencida, Moody’s proyecta que los índices se mantendrán estables o incluso disminuirán ligeramente en 2025. Esto será resultado de estándares más estrictos en la originación de créditos, lo que permitirá a los bancos expandir sus carteras con mayor seguridad. Además, subrayó que las instituciones financieras seguirán destinando reservas considerables para cubrir posibles pérdidas crediticias y aprovecharán la tecnología para optimizar el análisis del comportamiento de los clientes y las garantías asociadas.

En el ámbito de la rentabilidad, Moody’s prevé que los bancos latinoamericanos se mantendrán competitivos frente a sus pares de economías avanzadas, gracias a márgenes de interés neto sólidos y una reducción en los gastos de provisión. Esto permitirá que los niveles de rentabilidad promedio de la región sigan siendo superiores, consolidando así la posición de los bancos como actores clave en las economías nacionales.

No obstante, el informe hace énfasis en la necesidad de que los bancos permanezcan cautelosos ante posibles cambios repentinos en las condiciones macroeconómicas. “Cambios inesperados en la inflación, el empleo y el crecimiento podrían conducir a un aumento de la morosidad”, advirtió la calificadora, destacando que estos factores estarán directamente influenciados por el entorno geopolítico global y las decisiones políticas locales.

En síntesis, aunque el panorama actual de los bancos en América Latina es alentador y respaldado por bases sólidas, los riesgos asociados a la incertidumbre política y económica continúan siendo un desafío. El compromiso de las instituciones financieras con la estabilidad y el desarrollo de carteras responsables será clave para enfrentar los retos que el 2025 traerá consigo.