México se prepara ante un nuevo desafío migratorio tras el retorno de Trump

Saltillo, Coah. – La inminente llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha encendido alarmas en México, especialmente en estados fronterizos como Coahuila y Sonora. Las anunciadas deportaciones masivas del republicano han llevado a los gobiernos locales a implementar medidas de emergencia para enfrentar los posibles impactos humanitarios y logísticos.

En Coahuila, el gobernador Manolo Jiménez aseguró que el estado está listo para recibir a los connacionales que puedan ser deportados. “Estamos listos para apoyar con albergues temporales y atención humanitaria. No los dejaremos solos”, afirmó. En colaboración con los ayuntamientos de Acuña y Piedras Negras, puntos clave por su cercanía a la frontera, se han habilitado cuatro albergues que ofrecen servicios básicos y asistencia para facilitar el retorno de los migrantes a sus comunidades.

La reducción del flujo migratorio en Coahuila, que pasó de 3,000 cruces diarios a un promedio de 300-400 personas, ha sido atribuida a los operativos conjuntos entre el Instituto Nacional de Migración, la Guardia Nacional y las fuerzas estatales. No obstante, el estado sigue reforzando la seguridad en fronteras y carreteras, combatiendo delitos como el tráfico de personas y el robo de combustible en coordinación con el Ejército y la Marina.

En Sonora, las autoridades también están en alerta. Armando Castañeda Sánchez, titular de la Unidad Estatal de Protección Civil, informó que se han establecido protocolos para atender a grandes grupos de migrantes. “Contamos con 144 refugios temporales listos para atender a la población que necesite un lugar seguro. De ser necesario, habilitaremos más espacios con infraestructura adecuada”, aseguró.

El comedor de migrantes administrado por la parroquia San Luis Gonzaga en Hermosillo, dirigido por el padre José Gilberto Lezama Rodríguez, ha reforzado su capacidad para ofrecer alimentos a unas 400 personas diarias, aunque actualmente atiende entre 30 y 100 personas. “Estamos preparados para responder a una emergencia humanitaria, aunque esperamos tener un panorama más claro una vez que Trump asuma el cargo”, afirmó Lezama Rodríguez.

Mientras tanto, expertos advierten sobre los retos que México podría enfrentar. Gloria Ciria Valdez Gardea, coordinadora del Centro de Estudios Transfronterizos del Colegio de Sonora, señaló que las posibles políticas del próximo gobierno estadounidense podrían ser más severas que las implementadas durante la primera administración de Trump. “Deportaciones masivas, separación de familias y el retorno del programa ‘Quédate en México’ están entre las mayores preocupaciones”, destacó.

Según datos de la Secretaría de Gobernación, el flujo migratorio por Sonora aumentó un 7.8% en los primeros siete meses de 2024, con 15,213 personas detectadas en tránsito, una cifra superior a las 14,105 reportadas en el mismo periodo de 2023. Este incremento, sumado a la creciente diversidad de nacionalidades, evidencia la magnitud del fenómeno migratorio en la región.

El gobierno mexicano, tanto a nivel estatal como federal, enfrenta un reto monumental: garantizar la seguridad y dignidad de los migrantes en un contexto de incertidumbre y posibles políticas hostiles desde el vecino del norte. La preparación y coordinación serán clave para mitigar los impactos de esta nueva etapa migratoria.