MORENA triunfará en el 2024 solamente si es nacionalista

Por: Lic. Arturo Liceaga Ancer
luis.liceaga@dynamyka.com

La oposición no ha entendido al obradorismo. ¿Por qué es así? Una de las razones importantes es que la oposición no tiene un discurso histórico. El discurso histórico es el uso de símbolos, la instrumentalización de una gran narrativa nacional, el invocar personajes históricos, el poder recontar la historia de México desde una visión ordenadora (aunque quizás inexacta) y conjurar imágenes históricas en el inconsciente colectivo. Tal fenómeno surge de un movimiento, cuyo crecimiento orgánico está directamente ligado al líder, que tiene al pueblo en el centro de su discurso. La oposición está lejísimos de tener a un líder equivalente. Si el candidato de MORENA para el 2024 puede sostener este discurso ordenador y nacionalista, entonces su victoria estará asegurada.

¿Qué es la 4ª transformación? La 4T es la articulación de un discurso político que le da una continuidad narrativa al “partido liberal” de México. El mismo AMLO se autoproclama y se puede distinguir como el representante del partido liberal histórico, de acuerdo con la versión de la historia que se nos ha presentado en los cuadernos de la SEP. Versión de la historia que, es mera consecuencia de la 3T. Aquella, se pudiera decir, fue una guerra civil.

Si lejos de reivindicar a grandes personajes olvidados o malinterpretados de la historia, la oposición no los conoce, entonces mucho menos entenderán qué es una gran narrativa nacional. Cada día se hace más evidente, que no será la oposición actual la que detenga a MORENA de gobernar al país, sino, otro partido u coalición. Este escenario solamente se puede dar, entendiblemente, por una ruptura interna en el partido gobernante.

La facinerosa “vieja derecha” PRI-PAN, está obsoleta por su vacilación ideológica. Los partidos del “viejo régimen” no son conservadores en el sentido clásico de la palabra, a pesar de que así se les llame en el discurso de la 4T. El sistema de partidos sufre de una crisis ideológica con alianzas filosóficamente incompatibles de derechas con izquierdas. A pesar de que esta realidad le abre la puerta a una nueva derecha, que nacería desde un nuevo partido, sería más viable una tercera posición nacionalista-soberanista, como posible frente auténtico contra el oficialismo.

A la oposición actual le espera la misera, ni sus astrólogos, ni magos de “alquimia política” podrán resolverle una cuestión tan simple: contar una historia nacional. La medicina profiláctica de marketing político no puede competir con un discurso histórico.

Ya hemos visto cómo algunos partidos de oposición empiezan a coquetear con las ideas de la izquierda anglosajona progresista, llamándose a sí mismos partidos socialdemócratas. Esta mascarada zopenca ha empezado a adoptar agendas globalistas, como por ejemplo el jugar a ser tibios con el aborto, la agenda 2030, la transición energética y la estética feminista. También parece ser que algunos morenistas han olvidado sus propios principios, tras la adopción de viejas prácticas priistas, así fue visto en las elecciones internas de su partido este año. Como dice el célebre proverbio mexicano: “El que con lobos anda, a aullar se enseña”. Pero al revés: “Aquel que aprende a aullar, en lobo se convierte”.

Ha sido reacia la reacción que algunos morenistas nacionalistas han manifestado ante el turbio III Congreso Nacional de MORENA. Miembros de la Convención Nacional Morenista expresaron su desilusión con la dirigencia del partido debido a extensiones ilegales de mandato, irregularidades e impugnaciones irresueltas. Siempre es sensato recordar la proclividad natural de los partidos políticos de convertirse en oligarquías, así lo dicta la Ley de Hierro de Michels.

El segundo matrimonio de la alianza “Va por México” o ahora conocido como el grupo “Unides”, seguirá condenando al populismo sin entenderlo y seguirá titubeando en sostener una postura sólida en cuestiones sociales que son de suma importancia para el pueblo de México. Los partidos MC-PRI-PAN-PRD no tienen convicción doctrinal, este grupo se compone de partidos, que dentro de las ciencias políticas se les conoce como “atrapalotodo”. Vale la pena señalar que también a MORENA le hace falta, según Enrique Dussel, explicitar su ideología, pues es inconsistente.

Así como el Dr. Jalife ha señalado la hipocresía de la “izquierda travesti”, esa izquierda globalista que considera al pueblo meramente como una construcción social, también la “vieja derecha”, que abandonó la batalla cultural, considera que el término “pueblo” es una falacia.

¿Izquierdas contra derechas? No. En realidad, la próxima elección se tratará de un enfrentamiento entre nacionalistas que sí creen en el pueblo contra globalistas que nunca creerán en él.

Fuente: Sin Linea