México ante un cambio demográfico histórico: desafíos y logros hacia un nuevo horizonte poblacional
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México se encuentra en un momento crucial de su historia demográfica. De acuerdo con proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), el país alcanzará su máximo poblacional en 2053 con 147 millones de habitantes, para después iniciar una tendencia de disminución. Este cambio plantea importantes retos en materia de política pública, especialmente en la atención a un acelerado envejecimiento poblacional y la caída de la natalidad, como destacó Rosa Icela Rodríguez Velázquez, secretaria de Gobernación y presidenta del Conapo, en el marco del 50 aniversario del organismo.
El envejecimiento poblacional, un desafío creciente
El porcentaje de adultos mayores en México ha crecido rápidamente, pasando de 7.4 por ciento en el año 2000 a 12.4 por ciento en 2024. Según las estimaciones, para 2050 las personas mayores de 60 años representarán el 24.1 por ciento de la población y para 2070 este grupo constituirá el 34.2 por ciento. Este cambio demográfico obliga a transformar las políticas públicas en áreas clave como salud, infraestructura y educación, adaptándolas para responder a las necesidades de una población cada vez más envejecida.
Rodríguez Velázquez reconoció que las políticas implementadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, como la pensión universal para adultos mayores, han sido fundamentales para mejorar las condiciones de vida de este sector. Sin embargo, enfatizó que aún hay desigualdades importantes entre regiones, ya que ser adulto mayor en la Ciudad de México no es lo mismo que en estados con mayores carencias como Chiapas.
La baja natalidad y sus implicaciones
Con una tasa de fecundidad promedio de 1.6 hijos por mujer, México se encuentra por debajo del nivel de reemplazo generacional. Este fenómeno está vinculado al acceso de las mujeres a la educación media y superior, así como a empleos remunerados, factores que han transformado el rol tradicional de las familias mexicanas. Además, el crecimiento de los hogares unipersonales, que pasaron de 4 a 14 por ciento en los últimos 30 años, refleja un cambio profundo en la estructura social.
A pesar de los desafíos, Gabriela Rodríguez Ramírez, secretaria general del Conapo, destacó los avances logrados en la disminución del embarazo adolescente. Gracias a políticas como las becas universales de educación media superior y los programas de bienestar social, los nacimientos en jóvenes de 15 a 19 años han caído 30 por ciento desde 2015. El reto ahora es erradicar el embarazo en menores de 14 años, que aunque se ha reducido de 10 mil 500 casos en 2015 a 8 mil 218 en 2024, sigue siendo una prioridad.
Proyecciones y estrategias hacia el futuro
El cambio demográfico también impactará en el bono poblacional, modificando las prioridades de política pública. Mientras que actualmente los jóvenes de 12 a 29 años representan el 30.4 por ciento de la población, se espera que este grupo disminuya progresivamente, obligando a reconvertir infraestructura educativa básica en instituciones de nivel medio superior y superior para atender las necesidades de la juventud en transición.
Asimismo, las proyecciones apuntan a que en 50 años solo el 10 por ciento de la población serán niños de 0 a 12 años, un cambio significativo que transformará el panorama educativo y económico del país.
Un enfoque integral para el cambio
Arturo Medina Padilla, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, resaltó el papel del Conapo en impulsar políticas públicas innovadoras en temas de género y derechos de las mujeres. Esto ha permitido que un 33 por ciento de los hogares mexicanos sean encabezados por mujeres, rompiendo paradigmas tradicionales y avanzando hacia una sociedad más equitativa.
México enfrenta un desafío demográfico sin precedentes, pero gracias a los esfuerzos coordinados entre instituciones como el Conapo, el Inegi y diversos organismos gubernamentales, el país está construyendo un marco de políticas públicas que permita anticiparse a las necesidades del futuro. El reto, concluyen los expertos, es garantizar un desarrollo sostenible que atienda las demandas de las nuevas generaciones sin desatender a quienes construyeron el presente.