Migrantes denuncian abusos en Chiapas mientras caravanas avanzan hacia el norte

En un operativo realizado por el Instituto Nacional de Migración (INM), un centenar de migrantes que formaban parte de la última caravana fueron detenidos mientras avanzaban por la costa de Chiapas y posteriormente devueltos a Tapachula, ciudad de donde habían partido el pasado miércoles 18 de diciembre, Día Internacional del Migrante.

Los migrantes, provenientes de diversos países, acusaron a los agentes del INM de engañarlos con la promesa de otorgarles permisos de tránsito, pero en lugar de eso fueron llevados a la estación migratoria Siglo 21, en Tapachula, donde permanecieron detenidos más de 48 horas en condiciones que describieron como degradantes.

“Nos tenían como presos. Nos quitaron los teléfonos, los bolsos, y nos dejaban hacer solo una llamada al día. La comida era limitada y nos lanzaban a un patio donde nos tapábamos con sábanas de aluminio. Era como una cárcel”, relató el venezolano Julio Mendoza.

Mendoza agregó que durante su estancia en el recinto, que recientemente fue remodelado para mejorar su infraestructura, sufrieron malos tratos y abuso de poder por parte de los agentes migratorios. Según su testimonio, cuando los migrantes exigían celeridad en los trámites o reclamaban por sus derechos, los amenazaban con prolongar su detención.

“Nos respondían con desprecio: ‘¿Dónde nacieron? ¿Aquí en México o en otro país? Ahí tienen su respuesta’. Hicieron con nosotros lo que quisieron”, expresó indignado.

Caravanas avanzan pese a las dificultades

Mientras tanto, otras dos caravanas de migrantes continúan avanzando por la costa de Chiapas, enfrentando el cansancio, enfermedades y el temor de ser detenidos por las autoridades.

La primera caravana, que partió el 12 de diciembre, se encuentra en el municipio de Pijijiapan, donde los migrantes realizaron una protesta frente a la alcaldía para exigir documentos que les permitan abordar autobuses y evitar seguir caminando, ya que muchos, entre ellos mujeres y niños, presentan lesiones en los pies y problemas de salud.

El segundo contingente avanzaba esta tarde hacia Escuintla y planeaba continuar su camino por la noche rumbo a Mapastepec.

Desde octubre, cerca de 13,500 migrantes han salido de la frontera sur de México en nueve caravanas, con la esperanza de llegar al norte del país y, eventualmente, cruzar a Estados Unidos. Los migrantes aseguran que las dificultades económicas en el sur de México y los largos trámites migratorios los obligan a continuar su travesía.

El temor a un cierre fronterizo

Además del desgaste físico y emocional, los migrantes enfrentan la incertidumbre política. Muchos temen que la inminente toma de posesión de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos implique un endurecimiento de las políticas migratorias, como el cierre de la frontera con México o la eliminación de programas de acceso legal como las citas del CBP One.

Con el sueño de alcanzar una vida mejor en territorio estadounidense, los migrantes avanzan entre obstáculos, mientras las autoridades mexicanas enfrentan críticas por la gestión de una crisis migratoria que pone a prueba su capacidad humanitaria y su compromiso con los derechos humanos.