Sheinbaum defiende postura humanitaria tras declaraciones de Trump sobre migración

En un nuevo capítulo de las tensas relaciones entre México y Estados Unidos en materia migratoria, el expresidente y próximo mandatario estadounidense, Donald Trump, afirmó ayer haber alcanzado un acuerdo con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum Pardo, para detener la migración y cerrar la frontera sur de México. No obstante, Sheinbaum desmintió rotundamente estas declaraciones, reafirmando el compromiso de su gobierno con una política humanitaria y de cooperación internacional.

“Reiteramos que la postura de México no es cerrar fronteras, sino tender puentes entre gobiernos y entre pueblos”, señaló Sheinbaum en respuesta a las afirmaciones publicadas por Trump en su red Truth Social. El republicano aseguró haber sostenido una “maravillosa charla” con la presidenta mexicana, en la que, según él, ambos acordaron medidas inmediatas para frenar la migración y combatir el narcotráfico.

Trump, conocido por su retórica agresiva y políticas estrictas en temas fronterizos, añadió en otra publicación que “México impedirá que la gente vaya a nuestra frontera sur, con efecto inmediato”, calificando este supuesto acuerdo como un avance significativo para “detener la invasión ilegal de Estados Unidos”.

El magnate republicano tiene un historial de declaraciones y medidas polémicas en torno a la relación bilateral con México. Durante su primer mandato (2017-2021), Trump utilizó un discurso cargado de amenazas, incluyendo la construcción de un muro fronterizo que supuestamente sería financiado por México, afirmación que nunca se concretó. Aunque logró avanzar en pequeñas secciones de la barrera, gran parte de los fondos se destinaron a reforzar estructuras ya existentes.

En repetidas ocasiones, Trump vinculó sin fundamento el flujo migratorio y el narcotráfico con supuestos problemas de seguridad nacional, incluso atribuyendo a su política de control fronterizo la supuesta “frontera más segura” en la historia de Estados Unidos. Sin embargo, especialistas y reportes independientes han cuestionado estos logros.

Sheinbaum, quien asumió recientemente la presidencia de México, hereda una relación bilateral marcada por desafíos en seguridad, comercio y migración. A diferencia de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, quien mantenía una relación cordial pero crítica con Trump, Sheinbaum ha adoptado una postura firme para recalcar la soberanía y la importancia de los derechos humanos en sus políticas.

En una entrevista reciente, López Obrador recordó su interacción con Trump en torno al muro fronterizo, destacando su respuesta sarcástica al ofrecerle videos de túneles que pasaban debajo de las barreras construidas. “Trump se quedó callado y luego se echó a reír y me dijo: ‘Con usted no puedo ganar’”, recordó el exmandatario mexicano.

El intercambio actual entre Trump y Sheinbaum subraya las tensiones que podrían marcar los próximos años de cooperación entre ambos países. Mientras Trump insiste en su discurso nacionalista y de cierre de fronteras, el gobierno de Sheinbaum reitera su visión de construir relaciones basadas en el diálogo y el entendimiento mutuo.

Ante los retos compartidos, el gobierno mexicano enfrenta el desafío de mantener una postura firme y soberana, sin ceder a las presiones de su vecino del norte, que insiste en imponer medidas que contradicen los principios de humanidad y respeto que México busca proyectar en la región.