Persisten brechas de género en México: expertas llaman a profundizar cambios estructurales

En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, expertas destacaron los retos persistentes para lograr la igualdad de género en México, señalando avances importantes pero insuficientes en ámbitos como la educación, el empleo y la política pública. Durante un conversatorio organizado por la Comisión Interna para la Igualdad de Género de la UNAM, académicas y funcionarias subrayaron la urgencia de transformar estructuras que perpetúan desigualdades históricas.

Lorena Rodríguez León, directora de la Facultad de Economía de la UNAM, lamentó que en México las mujeres aún ganan 40% menos que los hombres, a pesar de los avances en materia de derechos laborales y acceso a la educación. “Todavía existen brechas que no se han cerrado”, señaló Rodríguez, destacando que las mujeres siguen ocupando menos puestos públicos y enfrentan violencia laboral que, en algunos casos, aún es normalizada.

Rodríguez León enfatizó la necesidad de implementar políticas públicas que promuevan la igualdad de género desde un enfoque estructural. Entre sus propuestas destacó fomentar la participación masculina en la crianza de los hijos mediante licencias de paternidad más amplias. “En México los hombres sólo tienen cinco días de licencia, mientras en países como Alemania cuentan con hasta 12 meses”, comparó la economista. Asimismo, consideró que la creación del Sistema Nacional de Cuidados podría ser un paso clave para eliminar barreras que limitan el desarrollo profesional de las mujeres.

Por su parte, Herminia Pasantes Ordóñez, investigadora emérita del Instituto de Fisiología Celular, recordó los retos que enfrentaron las mujeres de generaciones anteriores para acceder a la educación superior y al mercado laboral. “Cuando estudié, eran pocas las mujeres que podían formarse en la universidad, y aún menos las que podían trabajar; se pensaba que el hombre era el único proveedor”, comentó. No obstante, destacó los avances logrados, como el creciente involucramiento de los hombres en las labores de cuidado, algo que era “impensable en los años 50”.

A pesar de los progresos, Pasantes Ordóñez expresó reservas sobre la implementación de cuotas de género, señalando que el verdadero objetivo debe ser garantizar la equidad de oportunidades y la competencia justa. “No me gustan las cuotas ni los premios exclusivos para mujeres; debemos competir y ganar por ser buenas científicas”, afirmó, subrayando que su trayectoria busca inspirar a las jóvenes a romper barreras.

Finalmente, Areli Cano Guadiana, directora general de Transparencia en la Auditoría Superior de la Federación, coincidió en la importancia de evaluar capacidades y experiencia, más allá de criterios de género. Aunque reconoció que las cuotas han sido un instrumento útil, Cano destacó que el enfoque debe centrarse en privilegiar el mérito y la formación.

El evento, que reunió a académicos, investigadores y funcionarios, evidenció los avances logrados pero también los retos que persisten en la lucha por la igualdad de género. Las voces participantes coincidieron en la necesidad de transformar las normas culturales, económicas y laborales para garantizar un país más equitativo.