El legado del dólar mexicano en China: un puente entre continentes
La historia de México y su influencia en el ámbito internacional tiene un capítulo fascinante en la circulación del “mexican dollar” en China durante el siglo XIX y principios del XX. Este peculiar episodio resalta la conexión entre la explotación de la plata mexicana en el virreinato y su impacto en el comercio global, especialmente en las ciudades costeras chinas, donde esta moneda se integró como parte esencial de las transacciones económicas.
La plata extraída de minas mexicanas, conocida por su alta pureza, respaldó primero al célebre real de a ocho, moneda internacionalizada por el imperio español. Sin embargo, tras la decadencia del real, el mexican dollar encontró un nicho crucial en puertos clave como Cantón, Shanghái, Foochow y Hong Kong. La confianza en el metal mexicano permitió que este papel moneda coexistiera con monedas locales como el tael de Shanghái, el yuan chino y el dólar de Hong Kong, consolidando su posición en el comercio marítimo.
En el Memorial del Primer Congreso Nacional del Partido Comunista de China, ubicado en lo que fuera la concesión francesa de Shanghái, se exhiben billetes de mexican dollars, testigos tangibles de su relevancia histórica. Este memorial, que alguna vez fue el epicentro de la actividad revolucionaria china, también refleja el dinamismo económico que floreció en estos puertos, donde la interacción entre Oriente y Occidente moldeó nuevas estructuras políticas y comerciales.
El economista estadounidense Abram Piatt Andrew documentó en 1904 que los mexican dollars aún circulaban ampliamente en puertos como Swatow, Amoy y Ningpo. Incluso, instituciones internacionales como el Banco Ruso-Chino, la Corporación Bancaria de Hong Kong y Shanghái, y el Banco Industrial de China emitieron billetes respaldados por esta moneda, lo que refuerza su papel como estándar monetario. La estabilidad política en México y la modernización de sus casas de moneda durante el siglo XIX jugaron un papel clave para que la plata mexicana ganara aceptación en China, vinculándose al valor del dólar español y posteriormente al tael.
El mexican dollar no solo facilitó el comercio, sino que permeó la vida cotidiana en ciudades costeras chinas. Registros históricos, como letras de renta y reportes policiales, muestran cómo este dinero era utilizado en transacciones comunes. En un ejemplo de 1914, un empleado japonés denunció el robo de 20 dólares mexicanos, junto a otras monedas extranjeras, lo que evidencia su circulación frecuente incluso en comunidades no chinas.
De acuerdo con investigaciones de académicos como Alejandra Irigoin y Atsushi Kobayashi, el mexican dollar jugó un papel crucial en la liquidación del déficit comercial entre Gran Bretaña y China. En Shanghái, aunque su adopción fue más lenta, llegó a convertirse en un estándar monetario que vinculó la plata mexicana al comercio aduanero.
Incluso con la entrada del yuan estandarizado en los años 1920, el mexican dollar continuó circulando debido a la falta de uniformidad en el sistema monetario chino. Según el libro de Edward Kann, publicado en Shanghái en 1926, la moneda mexicana seguía siendo tan relevante que este texto se cotizó en mexican dollars, subrayando la duradera influencia de México en el comercio asiático.
La historia del mexican dollar en China es un testimonio de cómo la plata mexicana no solo alimentó economías, sino que también conectó continentes, culturas y sistemas políticos en una era de profundas transformaciones globales.