México defiende soberanía alimentaria en controversia sobre maíz transgénico
El gobierno de México reafirmó su compromiso en la defensa de la soberanía alimentaria y la protección de la biodiversidad al responder a los resultados preliminares del panel de controversia relacionado con la prohibición del maíz transgénico, medida tomada en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). La respuesta preliminar se emitió el 6 de noviembre y fue confirmada por Marcelo Ebrard Casaubón, titular de la Secretaría de Economía, quien indicó que la resolución final del panel se publicará el próximo 14 de diciembre.
Durante la presentación del Buen Fin 2024, Ebrard precisó que el proceso continúa, subrayando que aún queda pendiente la revisión de los comentarios adicionales que México envió el 22 de octubre. “¿Por qué entonces no se ha dado un informe completo? Porque no ha terminado el proceso”, explicó el funcionario al referirse al panel de controversia que Estados Unidos inició para impugnar las medidas establecidas en el decreto del 13 de febrero de 2023, el cual prohíbe el uso de maíz transgénico en tortillas y masa, así como en otros productos destinados al consumo humano y alimentación animal.
México argumenta que la restricción no implica una prohibición total de las importaciones de maíz, sino una limitación de su uso en productos de consumo masivo. Según las declaraciones previas de Raquel Buenrostro Sánchez, ex titular de la Secretaría de Economía, el 50% del maíz consumido en México es de producción nacional y no es transgénico, lo cual es suficiente para cubrir la demanda de masa y tortilla sin afectar el comercio con socios internacionales.
Desde el gobierno mexicano, se destaca que la medida tiene como objetivo la preservación de la biodiversidad, un tema que el T-MEC reconoce y que se considera fundamental para el desarrollo sostenible del país. En palabras de Ebrard, el gobierno está “defendiendo la biodiversidad frente a los intereses económicos”, lo cual ha sido un eje central en la postura mexicana en esta controversia.
El análisis de expertos también es variado. Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), advirtió que, en caso de un fallo desfavorable, México se vería obligado a modificar sus restricciones o enfrentar sanciones comerciales como aranceles a productos nacionales impuestos por Estados Unidos y Canadá. Anaya también subrayó la preocupación en torno a una iniciativa legislativa que se encuentra en la Cámara de Diputados, la cual busca prohibir de forma definitiva el uso de grano genéticamente modificado en el país. De aprobarse, esta medida podría generar mayores tensiones comerciales con Estados Unidos, un importante proveedor de maíz para México.
Ante la expectativa de que la resolución final pueda no favorecer a México, algunos expertos señalan la falta de evidencia científica como un posible punto débil en los argumentos presentados. En un caso previo de controversia entre Canadá y Estados Unidos relacionado con el comercio de lácteos, el incumplimiento de una resolución llevó a una nueva queja, lo cual destaca la complejidad de estas disputas en el marco del T-MEC.
México se mantiene firme en su decisión de proteger la salud de sus ciudadanos y su biodiversidad, destacando que el 14 de diciembre será una fecha clave para determinar el rumbo de esta política de restricción al maíz transgénico. Mientras tanto, las autoridades seguirán trabajando para asegurar que se respeten los derechos de soberanía alimentaria y que se prioricen los intereses ambientales del país en las negociaciones comerciales con sus socios del T-MEC.