Debaten candidatos por dirigencia del PAN: urge reconstrucción ante morenismo
En un debate intenso y cargado de acusaciones, los candidatos a la dirigencia nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Adriana Dávila y Jorge Romero, expusieron sus propuestas y críticas sobre el presente y futuro del partido. Coincidieron en que el PAN necesita una reconstrucción profunda para enfrentar al morenismo en el país. El evento, realizado en la sede nacional del partido, ocurre a solo 11 días de los comicios internos programados para el 10 de noviembre.
El debate duró apenas una hora, limitando la discusión sobre temas fundamentales para el partido, como la vida interna, el rol del PAN en el gobierno y su actuación en la oposición. No obstante, ambos aspirantes marcaron sus posturas respecto a lo que consideran esencial para revigorizar al blanquiazul.
Adriana Dávila centró su mensaje en la necesidad de regresar el PAN a las calles, enfatizando que solo con la participación de la ciudadanía puede iniciarse una verdadera reconstrucción. Subrayó que su propuesta busca que el partido deje de “aventar los problemas a un rincón”, en una crítica clara a la actual dirigencia y a la falta de autocrítica dentro del partido.
Por su parte, el diputado con licencia Jorge Romero planteó que, aunque algunos diagnostican al PAN como un partido en estado crítico, él no lo ve de esa manera. Sin embargo, coincidió en la necesidad urgente de una renovación que lo lleve a ser una oposición firme y competitiva frente a Morena. Romero propuso que, de ganar la dirigencia, convocará a una Asamblea Nacional para reformar los Estatutos del partido y facilitar la afiliación inmediata de nuevos militantes, así como abrir la elección de candidatos a la participación ciudadana. También mencionó que impulsará una norma para que el presidente del PAN no pueda aspirar a otro cargo público inmediatamente después de terminar su gestión.
Durante el debate, Dávila cuestionó la viabilidad de estas reformas estatutarias propuestas por Romero, preguntando si realmente ayudarían a evitar escándalos como el “Coahuila-Gate” o a impedir prácticas de favoritismo en el partido. La exsenadora señaló que el candidato parece evitar la autocrítica y subrayó que busca la unidad en el PAN, pero no desde una postura complaciente que ignore los problemas internos.
Las acusaciones subieron de tono cuando Dávila afirmó que Romero mantiene relaciones políticas con actores cuestionados, como los Yunes en Veracruz, y que uno de sus coordinadores de campaña, exsecretario de elecciones, dejó sin representantes de partido al 60% de las casillas en procesos pasados. Además, mencionó que Romero utiliza la nómina de algunos gobiernos municipales en apoyo a su candidatura.
Por otro lado, Romero contraatacó señalando que una colaboradora de Dávila en su campaña, quien fungió como diputada local, aprobó todas las iniciativas de Morena en su estado, incluyendo la controvertida Ley Nahle.
El debate, aunque breve, dejó ver el clima de tensión interna y la necesidad de un cambio en el PAN, de acuerdo con ambos candidatos. Con las elecciones del 10 de noviembre en puerta, el partido parece enfrentar un momento crucial para definir si su dirigencia tomará un rumbo de apertura y cercanía con la ciudadanía o seguirá bajo un esquema interno de control. La próxima dirigencia, aseguran ambos aspirantes, será clave para enfrentar la hegemonía morenista y recuperar la confianza de sus bases.