Avanza reforma de supremacía constitucional: seis estados ya la aprueban
La reforma de supremacía constitucional, que establece la improcedencia de amparos contra modificaciones a la Constitución y limita las controversias de inconstitucionalidad, avanza en su proceso de ratificación estatal. Hasta el momento, los congresos de Zacatecas, Tabasco, Ciudad de México, Quintana Roo, Sonora y Tamaulipas han aprobado la enmienda, y se requieren 11 votos más de las legislaturas estatales para que la reforma se declare constitucional y entre en vigor.
Luego de recibir la aprobación en la Cámara de Diputados, esta reforma fue enviada rápidamente a los congresos estatales para su consideración. La enmienda contempla cambios en los artículos 105 y 107 de la Constitución, los cuales establecen la improcedencia del juicio de amparo ante modificaciones a la Carta Magna. La medida también pretende anular las controversias y acciones de inconstitucionalidad en lo referente a adiciones o cambios constitucionales, asegurando que las reformas aprobadas por el Congreso de la Unión y ratificadas por la mayoría de los congresos estatales sean definitivas.
Zacatecas fue el primer estado en aprobar esta reforma con una votación que reflejó 18 votos a favor y 10 en contra. Tabasco siguió en segundo lugar con 24 votos a favor y ocho en contra, y el Congreso de la Ciudad de México lo hizo en tercer lugar, con 44 votos a favor frente a 20 en contra.
En Quintana Roo, la legislatura ratificó la reforma sin debate previo, con 21 votos a favor y sin votos en contra, convirtiéndose en el cuarto estado en aprobarla. En Sonora, el voto se realizó a mano alzada, sin un conteo oficial de sufragios, lo que situó a esta entidad como la quinta en avalar la reforma. Finalmente, Tamaulipas se unió a las aprobaciones, con una votación de 25 a favor y siete en contra.
Esta enmienda ha generado diversos debates en torno a su impacto en la autonomía judicial y el equilibrio de poderes. Sus defensores argumentan que la reforma fortalece la estabilidad institucional al impedir que cambios constitucionales sean revertidos a través de amparos o controversias. De acuerdo con los legisladores que impulsan la reforma, esta medida asegura que la Constitución se mantenga como la ley suprema y se eviten conflictos judiciales que obstaculicen su aplicación.
Sin embargo, críticos de la reforma han expresado preocupación sobre las implicaciones de limitar los amparos y controversias constitucionales, ya que esto podría restringir el control y revisión judicial sobre los cambios que se realicen en la Constitución, restando capacidad a los ciudadanos para impugnar reformas con las que no estén de acuerdo.
A pesar de las controversias, la reforma avanza en las legislaturas estatales y se espera que continúe este ritmo de aprobación en los siguientes meses. La eventual ratificación por al menos 17 congresos locales marcaría un hito en la historia constitucional del país y reforzaría el principio de supremacía de la Carta Magna, bajo la cual las modificaciones aprobadas en el ámbito federal tendrían carácter definitivo.