Primera ola de renuncias en la Suprema Corte en respuesta a la reforma judicial

En un momento histórico para el Poder Judicial de México, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) presentó ayer las primeras dos renuncias de ministros, en medio de la implementación de la reciente reforma judicial que propone elecciones populares para altos cargos judiciales en 2025. La primera dimisión fue anunciada por el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, seguido por Jorge Mario Pardo Rebolledo. Estos movimientos se suman a las ocho renuncias previstas, de las cuales se espera que siete más se formalicen hoy.

El ministro Gutiérrez Ortiz Mena, quien ha servido en la Corte desde noviembre de 2012, destacó en su carta al presidente de la mesa directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, que su renuncia no debe interpretarse como una aceptación tácita de la reforma. De acuerdo con sus palabras, esta salida obedece al respeto de la presunción de validez de la ley, aunque considera que dicha validez es provisional y queda sujeta al análisis constitucional que eventualmente realizará la propia Corte.

“No me considero un candidato adecuado para un cargo que dependa del apoyo popular”, afirmó Gutiérrez Ortiz Mena en referencia al nuevo sistema de elección popular de jueces y ministros que establece la reforma. Esta normativa, que entró en vigor el pasado 16 de septiembre, establece que los ministros deberán ser elegidos en elecciones populares, un cambio trascendental en la configuración del Poder Judicial de la Federación (PJF) y que ha generado intensos debates en torno a la independencia judicial y la politización de los altos cargos.

La renuncia de Gutiérrez Ortiz Mena se basa en el deber de actuar conforme a la ley vigente hasta que la SCJN emita un fallo definitivo sobre su constitucionalidad. En su carta, subrayó que, aunque se apega a las normas actuales, “esa presunción es provisional, frágil y tal vez destinada a desaparecer cuando la Corte emita su juicio final”. Esta declaración refleja las tensiones subyacentes que la reforma ha suscitado en la SCJN y en otros sectores jurídicos del país, en los cuales persiste la preocupación por la estabilidad e imparcialidad de la justicia en México.

Por su parte, el ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien ingresó a la SCJN en febrero de 2011 y acumula más de 40 años de trayectoria judicial, presentó su dimisión en una carta de notable contundencia. Pardo Rebolledo lamentó las acusaciones y críticas de las que ha sido objeto como miembro del máximo tribunal, subrayando que su renuncia responde a un acto de “congruencia personal” y a su firme convicción en la relevancia de la carrera judicial para la impartición de justicia.

Con estas renuncias, el Senado deberá analizar las dimisiones y, en su caso, oficializarlas. Cabe recordar que, en el marco de esta reforma, los ministros que renuncian declinan automáticamente su derecho a participar en las elecciones de 2025, mientras que el único ministro que quedaría fuera sin necesidad de renuncia es Luis María Aguilar, quien se retirará el 30 de noviembre de este año al concluir su periodo de 15 años en la SCJN.

Las renuncias representan una postura de rechazo hacia un cambio sin precedentes en el sistema judicial del país, marcando un punto crítico en la relación entre el Poder Ejecutivo y el Judicial en México. La reacción en el entorno jurídico y político es aún incierta, aunque se anticipan tanto respaldo como oposición en los próximos días, conforme se clarifique el rumbo que tomará el Poder Judicial ante estos eventos sin precedentes.