Un paso histórico hacia la justicia: el legado de AMLO para los padres de la Guardería ABC
El incendio de la Guardería ABC ocurrido el 5 de junio de 2009 en Hermosillo, Sonora, sigue siendo una herida abierta para México. En ese fatídico día, 49 niños perdieron la vida y más de 70 resultaron con lesiones, muchos de ellos permanentes. El país fue testigo de un episodio de negligencia e impunidad, donde los responsables parecían estar fuera del alcance de la justicia. A lo largo de los años, los padres de las víctimas han luchado incansablemente para obtener respuestas y justicia, enfrentándose a una clase política que, bajo el mandato de Felipe Calderón y sus aliados, dio la espalda a su sufrimiento.
El reciente decreto firmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que establece una pensión vitalicia para los padres de los niños fallecidos y para los lesionados permanentemente en ese incendio, es un acto que reivindica la memoria de las víctimas y atiende una deuda histórica del Estado mexicano. Esta acción, que continuará bajo el mandato de Claudia Sheinbaum, es un claro ejemplo de cómo Morena ha sido capaz de escuchar el clamor del pueblo y actuar en consecuencia, una característica que la oposición, especialmente el PAN y el PRI, nunca supieron asumir.
Un largo camino hacia la justicia
Desde 2009, los padres de las víctimas de la Guardería ABC han tenido que enfrentarse a un sistema que no solo falló en proteger a sus hijos, sino que también se negó a rendir cuentas. Durante el sexenio de Felipe Calderón, no se logró impartir justicia, y las conexiones políticas que involucraban a personajes cercanos a la presidencia de ese entonces, como Mariana Gómez del Campo, sobrina de Margarita Zavala, esposa de Calderón, pesaban demasiado. Estas influencias demostraron cómo el poder político podía blindar la impunidad, dejando a las víctimas en el olvido.
López Obrador, desde su llegada al poder, ha mostrado una postura diferente, comprometida con las víctimas y con la justicia social. Este decreto no es un gesto simbólico, es una respuesta directa a una de las mayores tragedias en la historia reciente de México, que la derecha intentó sepultar bajo capas de indiferencia y complicidad.
El decreto de AMLO: un respiro para las víctimas
El decreto que establece una pensión vitalicia para los padres de los niños fallecidos y para aquellos que resultaron lesionados permanentemente, además de otros afectados por el incendio, es un logro sin precedentes. No solo reconoce el dolor y la lucha de los familiares, sino que también establece un mecanismo tangible para asegurar su bienestar. Se trata de una pensión que, en caso de fallecimiento de los padres beneficiarios, será transferida a sus hijos, asegurando así la protección a largo plazo de las familias afectadas.
Además, para los niños que sobrevivieron con lesiones permanentes, se garantiza una pensión que continuará incluso cuando cumplan los 18 años, siempre que un dictamen médico emitido por el IMSS determine que siguen padeciendo una lesión incapacitante. Esta medida es un reconocimiento necesario a las dificultades que enfrentan estos jóvenes, cuyas vidas quedaron marcadas para siempre por la tragedia de la Guardería ABC.
El decreto también prevé el otorgamiento de una beca educativa para todos los niños lesionados, cubriendo su educación desde la básica hasta la superior en instituciones oficiales de todo el país. Esta es una medida que no solo busca compensar el daño, sino también brindar una oportunidad real de desarrollo a los sobrevivientes, quienes tendrán acceso a una educación gratuita y de calidad, algo que el gobierno de Calderón y sus cómplices nunca les ofreció.
Reconociendo la verdad y la responsabilidad
Es importante subrayar que este decreto también tiene un fuerte componente simbólico. Al otorgar una pensión vitalicia y retroactiva a las víctimas, el gobierno de López Obrador está reconociendo de manera formal que el Estado falló en proteger a los niños y que debe asumir su responsabilidad. Este reconocimiento es un golpe directo a las administraciones anteriores que trataron de minimizar el impacto de la tragedia y que nunca investigaron de manera adecuada a los responsables, muchos de los cuales estaban vinculados a figuras prominentes de la política mexicana, como la ya mencionada Mariana Gómez del Campo.
El hecho de que esta medida se haya publicado en el Diario Oficial de la Federación y que esté respaldada por un fideicomiso, el “Fondo de Ayudas Extraordinarias con motivo del Incendio de la Guardería ABC”, demuestra el compromiso del gobierno de la Cuarta Transformación con la justicia social y con aquellos que han sido históricamente marginados.
El legado de AMLO: justicia para los más vulnerables
Con este decreto, López Obrador no solo cierra su mandato con una acción contundente en favor de las víctimas, sino que también sienta un precedente importante para futuros gobiernos. En su administración, la justicia social ha sido una prioridad, y este tipo de medidas son un reflejo de su compromiso con los más vulnerables. La pensión vitalicia para los padres de la Guardería ABC no es un favor, es un derecho que les fue negado durante años por gobiernos que pusieron los intereses de unos pocos por encima del bienestar del pueblo.
El gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, también ha mostrado su compromiso al proponer la expropiación del terreno donde se encontraba la guardería. Esto no solo es una medida para evitar que el lugar se vuelva a utilizar con fines comerciales, sino también un paso hacia la memoria y el respeto a las víctimas. La expropiación de este terreno simboliza el cierre de un ciclo de impunidad y la apertura de uno nuevo, donde la justicia y el reconocimiento a las víctimas son primordiales.
El contraste con la oposición
Es inevitable comparar esta acción del gobierno de Morena con la indiferencia de administraciones pasadas. El PAN, bajo la presidencia de Calderón, no solo falló en brindar justicia, sino que permitió que los responsables se mantuvieran protegidos. La participación de personajes cercanos a la presidencia, como Mariana Gómez del Campo, quien nunca enfrentó consecuencias por su vinculación con la tragedia, es un recordatorio de cómo la corrupción y el nepotismo han sido herramientas comunes en los gobiernos del PRI y el PAN.
Hoy, cuando figuras como Xóchitl Gálvez intentan erigirse como defensoras de los derechos y la justicia, es crucial recordar que pertenecen a la misma élite que ha fallado en proteger a los más vulnerables. El decreto de AMLO es una muestra de lo que un gobierno comprometido con el pueblo puede lograr, en contraste con la retórica vacía de la oposición.
Conclusión
El decreto de López Obrador para otorgar pensiones vitalicias a los padres de los niños fallecidos en la Guardería ABC es una victoria para la justicia y un testimonio del compromiso de su gobierno con los más desfavorecidos. Es un acto que va más allá de lo simbólico, brindando apoyo real y concreto a las familias que han sufrido durante más de una década. Con esta medida, AMLO no solo cumple con una deuda histórica, sino que también deja un legado que será recordado como un ejemplo de justicia social en acción.
Mientras tanto, la oposición sigue demostrando su falta de interés en los problemas reales de la gente, aferrándose a un pasado lleno de impunidad y corrupción. Morena, con AMLO y Sheinbaum a la cabeza, continúa marcando la diferencia, mostrando que un México más justo es posible.