Huelga portuaria en EE.UU. amenaza la economía y el comercio internacional
A partir de la medianoche de este lunes, los trabajadores portuarios de la costa este y del golfo de México de Estados Unidos se declararán en huelga, poniendo en riesgo el tráfico de contenedores desde Maine hasta Texas. El paro, que no tiene conversaciones previstas para evitarlo, podría costar hasta 5 mil millones de dólares al día a la economía estadounidense y tener repercusiones a nivel internacional.
El contrato laboral que rige las relaciones entre el sindicato International Longshoremen’s Association (ILA), que representa a unos 45 mil trabajadores, y la patronal United States Maritime Alliance (USMX) vence esta medianoche. Las negociaciones, estancadas principalmente en la cuestión salarial, no parecen tener solución a la vista. La ILA ha dejado claro que no permitirá que sus miembros sigan bajo lo que describen como “medio siglo de subyugación salarial”, según afirmaron en un comunicado oficial.
El sindicato ha anunciado que la huelga afectará a la costa este y el golfo, paralizando operaciones en algunos de los puertos más importantes de Estados Unidos, responsables de manejar aproximadamente la mitad del comercio marítimo del país. De llevarse a cabo, este sería el primer paro laboral de la ILA en toda la costa desde 1977, lo que genera una gran incertidumbre sobre el impacto que podría tener sobre la cadena de suministro de múltiples sectores.
Fuentes cercanas a las negociaciones, que han preferido mantenerse en el anonimato, confirmaron que no hay conversaciones previstas para evitar la huelga antes de que expire el contrato. La falta de un acuerdo a horas de la fecha límite ha incrementado la preocupación en los círculos económicos y empresariales del país, especialmente ante la posibilidad de que una huelga prolongada pueda afectar sectores clave.
Aunque el sindicato ha declarado que la huelga no interferirá con los envíos de carga militar ni el tráfico de cruceros, se prevé que el paro interrumpa el flujo de productos esenciales como alimentos y automóviles en los principales puertos de Estados Unidos. Este tipo de bloqueo podría poner en peligro miles de empleos y alimentar la inflación en un momento crítico, a tan solo semanas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
El impacto potencial de la huelga ha encendido alarmas en el mundo empresarial. Business Roundtable, una influyente asociación que representa a importantes líderes empresariales, expresó su “profunda preocupación” por las consecuencias que la paralización de los puertos podría tener en la economía del país. No obstante, algunas compañías han tomado medidas preventivas, importando productos con antelación o desviando sus envíos hacia los puertos de la costa oeste, que no se verían afectados por esta huelga.
A pesar de estos esfuerzos, un paro prolongado podría tener repercusiones más severas, no solo en la economía de Estados Unidos sino también a nivel global, dada la interconexión de las cadenas de suministro y el comercio internacional. Mientras una huelga de pocos días podría ser absorbida con mayor facilidad, una paralización que se extendiera por semanas podría desencadenar crisis de abastecimiento en diversos sectores, exacerbando problemas de inflación y desabasto que ya afectan a varios países.
La tensión crece ante la falta de una solución inmediata. La comunidad empresarial y los consumidores esperan que las negociaciones puedan retomarse antes de que el paro se prolongue, evitando un golpe que podría sacudir no solo a la economía estadounidense, sino también al comercio mundial.