López Obrador: debe continuar la “limpia del monstruo” en Poder Judicial
Con la sucesión en la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en marcha, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo un balance de la gestión de Arturo Zaldívar en el cargo: “Yo tengo la mejor opinión del ministro, lo que sucede es que son estructuras muy viciadas (…) yo espero que termine bien, es una buena persona, gente íntegra, pero es un monstruo eso, va a requerir ahí seguir limpiando”.
Declinó respaldar a alguno de los ministros que aspiran a esa posición, pero delineó lo que imaginaria e idealmente quisiera como perfil del próximo presidente de la Corte.
Se requiere alguien que apoye el estado de derecho “con dimensión social”, expuso el Presidente en la mañanera; que en los litigios vinculados a sectores empresariales priorice el interés público; que garantice el respeto a los derechos humanos en los procesos y que destierre la corrupción, “el amiguismo y el influyentismo” en el seno del Poder Judicial.
Enfatizó la necesidad de que el nuevo ministro presidente procure que no se deje en libertad a quienes tienen mucho poder, porque pertenecen a la delincuencia organizada o a la delincuencia de cuello blanco. López Obrador aceptó que en el Poder Judicial “hay gente buena, pero no son la mayoría”.
El Ejecutivo aprovechó la pregunta sobre su posición en este proceso para hacer un repaso de los vicios que imperan aún en el Poder Judicial, en el que, comentó, hay sectores que operan como partidos políticos.
Aseguró que los jueces “se autoprotegen bajo el criterio de la autonomía” y planteó: “¿Conocen que hayan resuelto que un juez cometió un delito y esté en la cárcel? Existe para eso el Consejo de la Judicatura, pero no, ahí no pasa nada. Es como el castillo de la pureza”.
Por más transparencia en universidades
López Obrador criticó nuevamente la poca transparencia que existe en el manejo de recursos en universidades y exhortó a que, sin vulnerar su autonomía, estas instituciones rindan cuentas públicas.
Manifestó que en algunos casos “los que manejan las universidades públicas actúan como empresarios, como caciques” y se produce el dominio de una persona o un grupo por 30 o 40 años, “al estilo porfirista”.
Hay grupos, señaló, que copan el consejo universitario y los consejos en las facultades “que son los que eligen supuestamente al rector. Hay consejos en cada escuela, en cada facultad, porque lo tienen todo bien planchado, pero es pura simulación”.