Secuestro del alcalde electo de Frontera Comalapa evidencia crisis de seguridad en Chiapas
El alcalde electo del municipio de Frontera Comalapa, Chiapas, Aníbal Roblero Castillo, fue privado de su libertad el pasado martes por un grupo de sujetos armados. Roblero Castillo, quien resultó electo bajo la bandera del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), fue sustraído violentamente de una cafetería en el poniente de Tuxtla Gutiérrez, junto con otro hombre, según reportes de redes sociales.
El ataque, captado en video, muestra a un comando armado ingresando al establecimiento y obligando al edil electo a subir a un vehículo blanco que fue seguido por otra unidad color naranja. El video ha circulado ampliamente en redes, generando indignación entre la población y evidenciando la creciente inseguridad que afecta a la región. Hasta la noche del miércoles, la Fiscalía estatal no había recibido una denuncia formal sobre estos hechos, lo que genera incertidumbre sobre el paradero del funcionario que debía asumir el cargo el próximo 1 de octubre.
La situación en Frontera Comalapa y otros municipios de la sierra de Chiapas ha sido particularmente crítica en los últimos años, debido a la disputa territorial entre los cárteles de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de Sinaloa. Estas organizaciones criminales han mantenido una lucha encarnizada por el control de rutas estratégicas de la zona, generando una escalada de violencia que afecta gravemente a los habitantes.
Pobladores de la sierra han denunciado que los enfrentamientos entre miembros de ambos cárteles no han cesado en los últimos días, lo que ha provocado bloqueos en varias carreteras de la región y un estado de temor permanente entre las comunidades locales. A pesar de estas alarmantes situaciones, las acciones por parte de las autoridades para garantizar la seguridad de los pobladores han sido insuficientes, según denuncian ciudadanos y líderes locales.
En este contexto de violencia, las críticas al gobierno no se han hecho esperar. El sacerdote Miguel Cardona, párroco de la Iglesia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón en Tuxtla Gutiérrez, expresó su frustración durante una misa el lunes pasado, lanzando duras críticas a los gobiernos federal y estatal por su incapacidad para frenar la creciente inseguridad en Chiapas. Durante su homilía, Cardona calificó a los integrantes del Ejército Mexicano como “vedettes”, en referencia a su presencia en eventos como el desfile del 16 de septiembre, cuestionando la efectividad de sus acciones para proteger a la ciudadanía.
“Nosotros vivimos en las comunidades; nuestros sacerdotes están en las comunidades rurales y ellos están viviendo y sufriendo esto (…) y el Ejército de manos cruzadas. Ahí van a venir el 16 (de septiembre). Vedettes desfilando con sus metralletas, ¿para qué? ¿Para qué les sirven sus metralletas y sus riflitos?, Para decirle al pueblo: miren, si se levantan, miren qué les va a pasar”, afirmó el párroco, en una clara alusión a la percepción de impunidad con la que operan los grupos criminales.
Las palabras de Cardona reflejan el descontento creciente entre la población, que siente que las autoridades no han tomado medidas suficientes para garantizar su seguridad y que la violencia ha alcanzado niveles alarmantes en Chiapas. La desaparición de Aníbal Roblero Castillo es solo un ejemplo más de la compleja situación que enfrenta el estado, donde los ciudadanos y funcionarios públicos se encuentran bajo amenaza constante.
La falta de acción concreta por parte de las autoridades y la creciente violencia en la región subrayan la urgente necesidad de respuestas efectivas por parte del gobierno.